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El hacker colombiano Andrés Sepúlveda asegura a Bloomberg Business que hackeo las elecciones mexicanas del 2012 a favor de Enrique Peña Nieto, entre tras elecciones en Latinoamérica.
Las declaraciones de Sepúlveda causaron escozor por que un medio como Bloomberg lo publica, ahora todo mundo se agarra de que EPN esta en la presidencia gracias a sus malos oficios.
Algunos y me incluyo, nos mostramos escépticos del artículo de Bloomberg por que muchas de las declaraciones de Sepúlveda son comprobables.
Va una enumeración de hechos:
Sepúlveda dice que su patrón era Juan José Rendón, un afamado consultor político con sede en Miami, quien asesoró a Peña Nieto y a Juan Manuel Santos, actual presidente de Colombia.
Su labor consistía en “realizar acciones de guerra sucia y operaciones psicológicas, propaganda negra, rumores, todo el lado oscuro de la política que nadie sabe que existe, pero todos ven”. Eso lo sabe todo mundo con dos dedos de frente, no necesitábamos ningún hacker nos lo viniera a decir.
Como era de esperarse, al preguntársele a J. J. Rendón negó que su empresa hiciera cualquier tipo de actividad ilegal y califica las declaraciones de Sepúlveda como un desvarío.. Sin embargo el hacker mostró a Bloomberg el cruce de algunos correos electrónicos entre él y Rendón en los que se le pedían avances de los hackeos. Bloomberg afirma que los correos resultaron ser auténticos de acuerdo a sus peritos. Me gustaría la opinión de otros expertos en seguridad informática.
El trabajo de Sepúlveda consistía en instalar software espía en las computadoras de los adversarios, programar o facilitar software para robar estrategias de campaña, manipular redes sociales con ejércitos de bots, entre otras.
Con este modus operandi, desde 2015 Sepúlveda habría participado en elecciones en México, Colombia, Venezuela, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Guatemala, Honduras y El Salvador.
Sus honorarios iban de 10 mil a 20 mil dólares según las labores que realizara, las cuales consistían en hackear smartphones, encriptar, clonar páginas web y enviar mensajes masivos y de emails, hasta interceptar comunicaciones de los opositores, atacar, desencriptar y defender.
También diseñó el programa Social Media Predator, que permite crear miles de cuentas falsas en redes sociales para fabricar tendencias.
Su staff estaba conformado por un equipo de entre 7 y 15 hackers de diversas nacionalidades latinoamericanas, casi ningún mexicano por que son muy bocones.
Se le pagaba en efectivo, él se hospedaba en hoteles lejos del resto su equipo y al finalizar los proceso electorales, destruía cualquier aparato o documento que lo incriminara.
En Honduras, Sepúlveda y equipo protegieron las comunicaciones de Porfirio Lobo Sosa. En Guatemala robó datos de seis políticos y empresarios en favor Rendón. En Nicaragua robó información gubernamental de la esposa de Daniel Ortega. En Venezuela hackeo la cuenta de Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional para exponer conflictos dentro de la cúpula política venezolana.
La cereza del pastel viene cuando revela que durante las elecciones de México en 2012 instaló malware en los routers de las oficinas de los candidatos Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota para espiar sus comunicaciones. Además de crear un ejército de 30 mil bots en Twitter coordinados para apoyar las propuestas del candidato del PRI y descalificar a opositores.
El arresto
En Colombia, Sepúlveda trabajó para Juan Manuel Zuluaga, vinculado al expresidente Álvaro Uribe y quién se oponía al proceso de diálogo por la paz entre las FARC y el presidente Juan Manuel Santos, apoyado por su ex jefe J. J. Rendón.
Mientras trabajaba para Zuluaga, Sepúlveda hackeó cuentas de 100 militantes de las FARC para demostrar que la guerrilla seguía traficando con estupefacientes y cometían delitos electorales. Dichas pruebas fueron mostradas por Zuluaga y Sepúlveda en televisión nacional.
Unos días después, Sepúlveda fue arrestado y sentenciado a diez años de prisión por el delito de espionaje cibernético. Hoy en día Sepúlveda pasa sus días en una celda aislada de una prisión de máxima seguridad en Bogotá, pero paradojas de la vida, tiene derecho a usar una computadora con acceso a Internet, sin que las autoridades pueden monitorear las actividades que realiza en ella, gracias a un acuerdo judicial.
Hoy por la mañana se desató un intenso debate entre Andres Lajous (@andreslajous), Emilio Saldaña (@Pizu) y un servidor. Para Andrés es una historia totalmente creíble por que existen los hackers y sí se les puede contratar para una campaña sucia, y por el hecho irrefutable que Sepúlveda esta en la cárcel,a sí que para el no puede ser una chaqueta mental.
Para Pizú y para mi, se trata de una historia risible, creativa y una gran chaqueta mental de un gran mentiroso que “chamaqueo” a Bloomberg Business y que solo busca notoriedad, y a todas luces está gritando: “Hey, contrátenme, soy muy chingón y puedo hacerte ganar”.
Aunque la mejor opinión siempre será la suya, amable lector. ¿Usted qué opina, cierto o falso el hackeo de la elección por parte de Andrés Sepúlveda?