Por lo leído en los comentarios del post del día de ayer, creo que no fuí muy claro.
Veamos, al principio y por la premura de postear, no me di cuenta que a todas luces se trataba de un ataque a la página principal del sitio Web de la Facultad de Medicina de la UNAM. Yo planteé que si era obra de un hacker o bien de algun miembro de la UNAM la situación era delicada, máxime cuando el Rector se había declarado días antes contra la guerra.
Todo claro hasta aquí, lo que sucedio es que yo insinue que si la propaganda belicista hubiera surgido de algún miembro de la universidad ésta persona pudiera meterse en muchos problemas y llegar incluso a la expulsión.
Sebastian y Mariano opinaron que esto era un claro atentado contra la libertad de expresión. Nada más falso que esto. Me explico; cualquier miembro de la UNAM puede expresar su opinión sin cortapisas, pero siempre fuera de cualquier espacio o dominio unam.mx. En ningún caso podrá utilizar algún recurso relacionado con la UNAM para expresar su opinión muy personal.
Si éste hipotético personaje quiere comprar su hosting y dominio propio, adelante, nadie le dirá nada. Bueno, al menos eso creo yo.
Espero haberme explicado mejor, ya saben esto de escribir no es lo mío.
