“Es fácil para Blair tachar de “bárbaros” los atentados del jueves. Claro que lo son, pero ¿no lo fueron también las muertes de civiles durante la invasión angloestadunidense de Irak en 2003, los niños destrozados por las bombas de racimo, los innumerables iraquíes inocentes muertos a tiros en los puestos de control del ejército estadounidense? Cuando ellos mueren, se trata sólo de “daño colateral”. Cuando los muertos somos “nosotros”, se trata de “terrorismo bárbaro”.”
Extracto del artículo: Bush convirtió en blanco a Gran Bretaña de Robert Fisk, aparecido el día de hoy en la jornada. Una lectura necesaria y que con la característica agudeza de Fisk nos da un panorama más amplio de la tragedia en Londres.
No se trata de justificar lo injustificable, sino de tratar de entender un poco porque pasan estas cosas. En México le debemos al ya fallecido Adolfo Aguilar Zínser no estar con el Jesús en la boca ya que el se opuso tajantemente a las ansias belicistas de Jorge Castañeda (en aquel entonces Secretario de Relaciones Exteriores) y Vicente Fox de solidarizarse con la guerra contra el terror emprendida por George W. Bush.
Término con este otro párrafo de Fisk:
“Y más vale olvidarnos de esas idioteces fantasiosas de quienes afirman que los atentados se hicieron coincidir con la decisión sobre los Juegos Olímpicos. Osama Bin Laden y sus simpatizantes no prepararon una operación como ésta sobre la posibilidad de que Francia perdiera la sede de los juegos. Al Qaeda no juega futbol.”
Lo anterior porque ya he leído en varios medios y blogs semejantes alegatos.