El proceso electoral concluyó y sin duda fue inédito en muchos sentidos. En el tema de la participación digital no fue la excepción. Analicemos algunos de los puntos más importantes.
En este espacio analizamos las dos vertientes principales en el tema de las elecciones y hay que ser claro en la perspectiva de la que se aborda. La primer óptica es la relacionada a lo que los candidatos o actores políticos generan; todo ello con la intención de movilizar la opinión pública a favor de sus intereses basándose de elementos (en teoría) profesionales de persuasión y comunicación, que en México por desgracia se concentraron en la manipulación y la farsa. La segunda, por otro lado, están las relaciones e interacciones que las redes generan entre sus usuarios a partir de la información que generan. Esta última para mi es la más importante por su trascendencia más allá de las coyunturas electorales. Teniendo esto en cuenta, me centraré en esta segunda forma de abordarlo.
Primero que nada es importante recordar que esta fue la primer elección presidencial que vivimos con la existencia franca de redes sociales. Aunque muchas de ellas no son nuevas, principalmente hablando del caso de Facebook, el acceso que se tenía y la información compartida a través de ellas era más bien de carácter personal. Es evidente que los contenidos de redes sociales han mutado no solo por sus características técnicas, sino por la gran diversidad y número de personas que hoy tienen acceso a ellas. Recordemos que Twitter tuvo su debut apenas en 2006, y que su uso no tuvo presencia importante en nuestro país hasta 3 años después por lo que las redes sociales en nuestro país poco pueden ser comparadas con el caso paradigmático norteamericano con la elección de Obama.
Además de esta evolución que han tenido las redes en cuando a su diversifación y sofisticación no hay que dejar escapar que para el 2006, el número estimado de usuarios de internet en México era de aproximadamente 17 millones, contra los aproximadamente 35 millones de hoy. Es decir, en estos seis años hemos duplicado el número de usuarios de internet en el país con todo lo que esto implica: más información y sobre todo más creadores y consumidores de contenido. Con todo y este crecimiento importante, México no tiene un nivel de acceso a la red cercano a los países más desarrollados como ya hemos hablado en otra ocasión.
El bajo acceso a internet que tenemos los mexicanos es debido principalmente a la enorme desigualdad del ingreso que existe en el país y por la falta de competencia en el sector de las telecomunicaciones. Esta situación explica, entre otras cosas, el que los cibernautas mexicanos sean los de mayores ingresos en el país y habitantes de las principales ciudades del país.
A pesar de todas estas limitaciones el papel de las redes sociales en las pasadas elecciones fue crucial, no para definir el resultado, pero sí para cuestiones de visibilidad no menos importantes como fueron el posicionamiento de temas que de no ser por las redes muy difícilmente hubieran salido a la luz pública y habrían formado parte del debate central en este proceso.
Pensar que las redes sociales no jugaron un papel importante en el pasado proceso es quizá una conclusión simplista, limitada al puro resultado final de la elección. Sin embargo, lanzo las siguientes preguntas a los lectores para ver qué tanto influyeron ¿hubiéramos conocido la ignorancia abrumadora del candidato Peña en temas como el de los libros o el salario mínimo? ¿Hubiéramos sabido de la protesta estudiantil en la Ibero y la formación de Más de 131 y el posterior #YoSoy132? ¿Habríamos imaginado el nivel de bloqueo informativo que ejercen las televisoras para temas fundamentales? Estos y otros temas como la gran diferenciación de las encuestas, el exceso de recursos de campaña utilizados en la campaña de Peña Nieto solo encontraron cabida y amplificación a través de las redes sociales. Si no hubieran existido muy posiblemente el país hubiera continuado en la apatía y la resignación de ver el regreso del candidato que representa el antiguo régimen. Las redes sociales han servido para articular una crítica que trasciende la información generada por los grandes consorcios comunicativos. Las redes sociales se han convertido en estos días en el territorio libre y plural que debieran ser los espacios públicos y en general los medios de comunicación donde la hegemonía de sus dueños o de intereses particulares se impone al bienestar e interés general. Y lo más importante quizá, las redes sociales se transforman en muchas ocasiones en acción.
La actividad política y social dentro de las redes va en aumento conforme más usuarios se unen y el acceso desde dispositivos móviles es cada vez más común El gran tema y lo que deberá regir los flujos de información será la confianza de los usuarios que la utilicen. La semana pasada apenas hubo un incidente en donde se corrió información falsa sobre supuestos disturbios en varios puntos de la Ciudad de México. Algunos eran ciertos pero la mayoría no. El asunto de la credibilidad y confianza de los usuarios será uno de los principales puntos a fortalecer y dar prioridad en el futuro inmediato. Sin embargo, es incuestionable la labor social y política que estas redes tienen.
Incluso hoy, a pesar de la ratificación de la elección por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), queda mucho por conocer, por informarse y sobre todo de estar más cerca que nunca en lo que sucede el país a través de la información que se distribuya en las redes. Fue claro y evidente (aunque el Tribunal diga lo contrario), que la elección estuvo llena de irregularidades y que muchas de ellas no habrían sido tan claras de no ser por la información que circulaba libremente por Facebook, Twitter y YouTube principalmente.
Igualmente, cuando el PRI consume su inminente regreso a los Pinos, su mala fama histórica nos hace presagiar que se avecinan renovados tiempos de corrupción y malos manejos. Es en este punto donde tener herramientas digitales ayuda a que el ejercicio gubernamental se vuelva más transparente y al alcance de más ciudadanos. Ahora más que nunca el acceso a internet y el flujo de información a través de él será crucial para la actividad ciudadana de fiscalización, crítica y exigencia. México ha demostrado en los últimos meses que no es el mismo y la existencia de nuevos espacios de libertad dan la esperanza de que podamos ejercer nuestras obligaciones ciudadanas con más información e impacto que en el pasado. Como bien señalaba hace pocas semanas Julian Assange, creador de Wikileaks cuando Inglaterra planeaba una invasión a la sede diplomática ecuatoriana en Londres donde Assange había solicitado asilo: “Si Inglaterra ha desistido de violar los tratados de Viena y la inviolabilidad diplomática de las embajadas, es porque el mundo estaba observando, ustedes estaban observando” Refiriéndose a la gran cobertura mediática y el apoyo recibido de un gran número de usuarios de redes sociales que incluso fueron a la sede diplomática a manifestar su apoyo y solidaridad.
El caso Assange es emblemático de una nueva sociedad que ya no se conforma con editorializaciones ni filtros. Ahora son los ciudadanos los que interpretan la realidad. Aunado a lo anterior, las tasas de crecimiento en el acceso en general a internet invitan a ser optimistas a futuro en lo que a crítica e información se refiere. Esta elección presidencial fue, creo yo, la antesala de lo que será una nueva sociedad: una más reflexiva y crítica con su clase dirigente. La actividad política desatada estos últimos meses invitan a esperar cosas buenas de cara al futuro.
Finalmente, nunca está de más recordar que el ejercicio ciudadano requiere no solo de información sino de participación activa de todos los que integramos este país. En las últimas semanas hemos visto a grupos sociales y estudiantiles clamar con ahínco su derecho a participar, a ser escuchados, pero sobre todo, a denunciar las irregularidades graves que afectan los procesos sociales y políticos de los que todos formamos parte. Hablando con claridad y en lo referente a #YoSoy132, los jóvenes han emprendido una campaña que no es bien vista por muchos debido a lo poco acostumbrados que en esta sociedad estamos a que la gente alce la voz contra lo que se cree que está mal. Sin embargo, es de resaltar el compromiso que los más jóvenes tienen con un país que les pertenece y que lo ven carente del bienestar al que tienen derecho. Es el compromiso con lo que creemos mejor para la sociedad (y no solo para nuestros intereses más inmediatos) lo único que puede hacer la diferencia cuando se habla de cambiar cosas tan grandes como un país entero.
Las redes sociales han servido en gran parte para eso, para lubricar los canales informativos entre un gran número de ciudadanos con voluntad de hacer del mundo real un mejor lugar y que en las vías tradicionales no han encontrado las formas ni la intención de sus operadores para encontrar en los medios un lugar de discusión y encuentro entre la gran diversidad de mexicanos que conforman el país. Incluso en los nuevos tiempos políticos que se avecinan donde López Obrador ha tomado una vía diferente a la de los partidos de izquierda invitan a pensar que gran parte de lo que propongan y promuevan encontrará en la red su principal herramienta de comunicación y convocatoria.
Las redes sociales, en suma, serán las herramientas centrales de un nuevo tipo de ciudadano que ya dio visos de su fuerza y sus alcances, aunque también de sus limitantes. Habrá que estar atentos y sobre todo, involucrarse en pro de un mejor mañana y una más y mejor demanda de información, cada vez más confiable y diversa.
Por último quisiera agradecer el espacio que Raúl Ramírez, director de este prestigioso espacios, quien me brindó la oportunidad para poner sobre la mesa algunos elementos de reflexión. Siempre se agradece la disposición a explorar nuevos campos de influencia de la tecnología, sobre todo en aquellos que tienen impacto en nuestra vida en convivencia. Por ello, no queda más que reconocer este blog de tecnología como el espacio plural y de libertad que Raúl ha logado y que sin duda con ese espíritu de apertura es que cada vez habrá más y mejores contenidos en materia tecnológica en su vínculo con lo social.Igualmente agradezco a todos los que me hacen llegar sus comentarios ya sea vía Twitter o por los comentarios en el blog. Sin duda seguiremos en contacto y pendientes del acontecer tecnológico. Mientras tanto, sigamos informándonos y sobre todo, siendo críticos.