Es cierto que se han cometido excesos en el caso de los detenidos por el zafarrancho en San Salvador Atenco, Estado de México. La policía actuó de manera brutal, parecían golpeadores antes que elementos que debieran imponer el orden. Fueron a San Salvador Atenco más con ánimo revanchista que otra cosa. Aunque más cierto es que ni la brutalidad policíaca ni la manera en que solucionan las cosas los de Atenco es la vía. A machetazos no se resuelve nada, al contrario. Quizás una vez, con lo del fallido aeropuerto, los machetes fueron pintorescos, pero esa actitud no puede convertirse en norma. Aunque por lo acontecido en últimas fechas pareciera que esa vía, la de la violencia, fuese la única por la que las autoridades hagan un poco de caso.
Mañana por ejemplo, en los noticieros he visto con preocupación que se prevén paros y bloqueos en varios accesos al Distrito Federal y en las inmediaciones de Ciudad Universitaria, por lo visto la policía tiene estrictas órdenes de no portar armas. Aunque eso no asegura que la violencia no aflore. Mañana mientras son peras o manzanas, esta ciudad se desquiciará de cabo a rabo, para nadie es un secreto que basta un solo coche parado en periférico para que el trafico se pare.
En fin, esperemos que las autoridades capitalinas no se vean desbordadas y que tengan la capacidad de negociar, personalmente creo que el diálogo es la mejor manera de solucionar los problemas. Y esperemos con mayor ahínco que ambas partes actúen con la debida prudencia.