Tecnoestrés: cómo gestionarlo en la era del teletrabajo

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De un momento a otro, la tecnología que se estaba instalando lentamente en las empresas se convirtió en un punto crítico. Para el mundo de la informática, el cambio no fue tan grande, pero para otras industrias, la aceleración tecnológica impulsada por las restricciones sanitarias debido a la pandemia fue un cambio del cielo a la tierra.

Numerosos webinars, reuniones virtuales y nuevas formas de organizar el trabajo empezaron a ejercer una presión nunca antes vista en muchas personas, especialmente aquellas que no estaban familiarizadas con la tecnología. Pero no puede ser nuestro enemigo y no debemos temerle. Si lo gestionamos adecuadamente, podremos mantener el equilibrio entre la vida personal y profesional y adaptarnos a las constantes actualizaciones de software y hardware de nuestros dispositivos.

No podemos permitir que el miedo a lo desconocido nos paralice; por el contrario, debemos alinearnos con el aprendizaje continuo para enfrentar cada nuevo desafío. Hoy en día, el trabajo a distancia es la nota clave y la tecnología lo ha hecho posible. Sin embargo, está presente en prácticamente todo lo que hacemos, vive con nosotros a diario, aunque es un lienzo que lo hace más evidente.

Usamos tecnología para encender la lavadora, para almacenar nuestra comida en el refrigerador, para encender la televisión. ¿Luego? ¿Por qué temerle cuando lo usamos en la computadora? Usaremos la tecnología a nuestro favor, confiaremos en ella para ser más eficientes, mejorar nuestra productividad y generar nuevos proyectos.

Según los resultados del estudio “Tecnostress 2020” del Observatorio de Prevención de Riesgos Laborales, del Instituto de Seguridad, Salud y Bienestar Profesional (ISBL), realizado en países de habla hispana, el 42% de los trabajadores considera que la tecnología tiene consecuencias negativas para ellos, y el 20% dice sentirse exhausto siempre o con frecuencia después de usar las tecnologías, y que el uso de las TIC les lleva a trabajar con plazos muy ajustados siempre y contrarreloj en ocasiones.

Según el Instituto Chileno de Seguridad Ocupacional, algunas sugerencias para reducir el impacto del estrés que provoca el teletrabajo van desde tener la computadora en una habitación diferente al dormitorio hasta mantener la rutina como si se estuviera en la oficina y tomarse un descanso por la mañana, otro por la tarde y apegarse a la hora del almuerzo. Otro punto importante es desconectarse de los dispositivos electrónicos y, por tanto, del correo electrónico cuando acaba la jornada, como forma de separar el espacio profesional del personal, así como realizar actividades de ocio que no estén relacionadas con la tecnología, como leer o practicar deportes en casa.

Aprovechemos el tiempo que hemos ganado gracias a la virtualidad, que nos permite ir al médico sin tener que desplazarnos o asistir a reuniones desde la comodidad de casa, si estamos trabajando de forma remota. Pero también es necesario un momento de desconexión, porque para ser productivos en el trabajo y estar bien para nuestras familias, dormir bien y hacer pequeños descansos en medio de la jornada laboral es tan importante como aprender a utilizar las nuevas tecnologías en nuestro favor.

Por Marcelo Melamed, Director de Recursos Humanos Lumen Technologies LATAM

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