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Miss Hokusai, el reciente largometraje del cineasta Keiichi Hara insertado en la mejor tradición de Studio Ghibli, forma parte de la 61 Muestra de Cineteca
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Miss Hokusai se aprecia como una pincelada oportuna y necesaria para visibilizar a O-Ei, al mismo tiempo que recuerda el amplio aspecto temático de la animación
Hay ciertas historias que solo pueden ser contadas a través de la animación, por ejemplo, Miss Hokusai (Sarusuberi: Miss Hokusai, 2015), el reciente largometraje del cineasta Keiichi Hara se inserta en la mejor tradición de Studio Ghibli al retomar la vida cotidiana de una persona, en este caso no tan común, enfatizando en aquellos rasgos fantásticos que solamente el 2D puede hacer visible en todo su esplendor.
Una película como Miss Hokusai no es sencilla, no precisamente por su narrativa, sino por aquello sobre lo que se construye, por un lado es la reivindicación de una figura desconocida, la de O-Ei, la tercera hija del reconocido artista japonés del Siglo XVIII-XIX Katsushika Hokusai “Tetsuzo”, cuya obra más conocida quizás sea La Gran Ola de Kanagawa. Ambientada en 1814 en Edo (actual Tokio), desde entonces una de las ciudades más pobladas del mundo, Miss Hokusai pretende destacar el trabajo de esta joven independiente que realizó muchas de las obras que se le atribuyen a Tetsuzo, mientras destaca la vibrante vida de las calles de Edo donde transitan campesinos, cortesanas, samuráis, comerciantes y hasta algunas criaturas sobrenaturales.
La historia de O-Ei
Katsushika Hokusai fue uno de los artistas más dotados y célebres del Japón feudal que décadas más tarde hipnotizaría a grandes pintores impresionistas como Renoir, Van Gogh y Monet. Su tercera hija, O-Ei, fue la que heredó el talento para la pintura. Como su aprendiz, O-Ei pasaba las tardes en el estudio de su padre perfeccionando sus trazos, muchos de ellos eróticos, y terminando las obras inconclusas de éste.
Son pocos los datos que se tienen de O-Ei, precisamente con Miss Hokusai, a su vez adaptación del manga culto Sarusuberi, escrito por Hinako Sugiura entre los años 1983 y 1987, se busca echar un vistazo a los momentos perdidos de O-Ei, cuyo rastro se hace más oscuro después de la muerte de Tetsuzo, algunos registros señalan que se retiró a vivir al barrio de Asakusa donde vivió hasta su muerte en 1866, otras fuentes señalan que se dedicó a viajar por distintos puntos de oriente, en cualquiera de los casos, el cuerpo de O-Ei nunca fue encontrado.
Miss Hokusai, una atípica biopic para una atípica artista
Sin un núcleo argumental definido, Miss Hokusai sigue una narrativa episódica buscando hilar diferentes pasajes significativos de O-Ei donde explora sus emociones, su descubrimiento sexual y sus retos como artista, así como su interacción con su madre y hermana, la pintura y los hombres que la rodeaban, incluido su padre con el que también compartía su obstinado carácter.
Ser una animación aporta a Miss Hokusai otros valores agregados, no sólo el hecho de que está reconstruyendo una vida de la que se tienen pocos registros y cuya fuente primaria es la investigación de Hinako Sugiura para el manga Sarusuberi y aun en este sentido, la película guarda concordancia con su fuente al trascender en formato de anime para la gran pantalla; también esto resulta efectivo porque le da al director la libertad de colocar los ornamentos necesarios para materializan la inspiración y sensibilidad artística de O-Ei procedente de sus sueños, alucinaciones o hechos sobrenaturales como lo muestran las escenas de un dragón celestial y aquella donde van a conocer a una cortesana cuya cabeza se desprende de su cuerpo al dormir.
La narrativa episódica y la técnica de animación apoyan la sensación de intimidad de un desarrollo que solo se dedica, literalmente, a seguir a esta enigmática mujer que encuentra en la anodina cotidianidad de las calles, los destellos de fantasía más sorprendentes, característica que añade a Miss Hokusai un extraño toque surrealista y al mismo tiempo costumbrista.
Carecer de un centro argumental impide que Miss Hokusai sea una visión redonda porque no permite el desarrollo de un arco dramático eficaz ni emotivo que logre impactar la relevancia de esta mujer, inclusive los diferentes momentos que construyen este relato se antojan mucho más explotables en términos de lectura, solamente quedan como líneas abiertas a la interpretación que no van a ninguna parte.
Con todo ello y como aproximación primera, Miss Hokusai se aprecia como una pincelada oportuna y necesaria para visibilizar a O-Ei, al mismo tiempo que recuerda el amplio aspecto temático de la animación.
Por: Aurora Alejandra Lomelí Pérez (@alejandraurora_)
Miss Hokusai forma parte de la programación de la 61 Muestra de Cineteca Nacional
Sarusuberi: Miss Hokusai – Miss Hokusai
Dirección: Keiichi Hara
Guión: Maruo Miho, con base en el manga Sarusuberi