Estamos ante un hecho inédito en la historia de México, pero no porque se trate de una marcha o un movimiento estudiantil, sino por la naturaleza misma que le ha dado forma en los últimos días al movimiento #YoSoy132
Si nos hubieran dicho hace unas semanas que empezarían una serie de marchas contra un Enrique Peña, o que veríamos a las principales universidades del país movilizadas, nadie lo hubiera creído. ¿Qué fue lo que sucedió en este tiempo que cambió el rumbo de las cosas?. Se juntaron dos cosas. La primera, las redes sociales y su perfil de usuarios en su enorme mayoría jóvenes; y la segunda: el primer contacto directo con políticos y prácticas que creíamos propias de los libros de historia.
El detonante fue la visita de Enrique Peña a la Ibero y las declaraciones de los presidentes del Revolucionario Institucional y del Verde Ecologista de México quienes tacharon de “infiltrados” y “envenenados” a algunos de los participantes a la conferencia de su candidato presidencial, el cual fue duramente criticado y abucheado por la mayoría de los asistentes a dicho evento, así lo demuestran las imágenes y los videos.
Esta ola de descalificaciones en un primer momento por políticos, pero casi inmediátamente después por periodistas y múltiples diarios (particularmente los pertenecientes a la OEM), fue lo que motivó que 131 alumnos de la Ibero, con credencial en mano, desmintieran que hubieran sido porros, acarreados, infiltrados o cualquier otro adjetivo. Este pequeño pero poderosísimo video, despertó así la conciencia de un grupo social que por su juventud había estado ajena a muchos de los problemas nacionales, los universitarios.
Muchos habíamos comentado, incluso aquí en Isopixel sobre la mentira como estrategia de campaña de los partidos, pero pocas veces había quedado tan manifiesto no solo esta forma tan grosera de querer alterar por completo una realidad, sino en esta ocasión tratando de echar por tierra la reputación de una de las universidades más prestigiosas del país, y de sus alumnos. Nunca había sido tan clara la forma tan cuestionable de hacer política de los partidos, principalmente el PRI, que después de lo ocurrido en la Ibero. Los jóvenes nunca habían experimentado, por vivencia propia, cómo es que las viejas formas de aquellos que dominaron el país y sus arreglos podían llegar a tratar de mover cielo, mar y tierra para manipular la opinión pública.
La viralidad con que se extendió el video de 131 alumnos de la Ibero (a través de redes sociales, por supuesto) dejó al desnudo la estrategia de mentira que se maneja alrededor de Enrique Peña; aunque no solo eso, dejó al descubierto por primera vez las mismas actitudes intolerantes y de desprestigio que caracterizaron a los priistas de antaño, igual que ocurrió en el 68, en el 71, en el 88 y en un sin fin de ocasiones donde cualquier crítica era inmediatamente minimizada, desprestigiada y/o reprimida con violencia.
El Priismo si bien nunca había podido comprar todas las conciencias, sí había logrado controlar sus canales de expresión. Hoy, ante la hiperconcentración en el sector telecomunicaciones y en general de los medios de información, la realidad pintaba para no ser muy diferente al pasado. Incluso la creación de los “Ectivistas” y de los bots dentro de redes sociales han ido en esa línea: controlar lo que se dice, y la fuerza con que se dice. Afortunadamente nos queda claro que Internet sigue siendo territorio libre, y aunque no desaparecen estas malas prácticas, al final las voces legítimas y verdaderas, como la de los estudiantes, se han escuchado por sobre el ruido, la mentira y la calumnia.
Ante esta situación es que lo ocurrido a los alumnos de la Ibero generó una enorme solidaridad de parte de otras instituciones educativas, en un primer momento privadas e inmediatamente después las públicas . Los universitarios en su conjunto se han unido para hacer notar que son más que 131. Las universidades se han volcado en apoyo, ante lo que se observa como algo que no debe permitirse.
Además ha trascendido el mundo virtual y el movimiento #YoSoy132 en apoyo al “Somos más de 131” de la Ibero, ha salido a manifestar su postura contra la monopolización de la información y la calidad de ésta. Las marchas pueden tener muchos detractores, sin embargo, es importante recordar que el lugar de manifestación de las diferentes posturas es la ciudad entera, o más precisamente, la calle. La utilización y apropiación del espacio público por una causa que, a todas luces es buena para Todos los mexicanos que no aspiramos a un hueso, solo puede cobrar visibilidad y atención en la calle, así que abogo por la paciencia y comprensión por aquellos cuyo daño no superará un par de horas más de tráfico, en cambio, el beneficio podrá ser percibido por décadas.
Aunque el movimiento aún es joven y adolece de organización clara, ya hay mesas de trabajo universitarias para afinar las demandas y las posturas a fin de unificar el mensaje y tener una propuesta que hasta la semana pasada adolecía de puntos claros más allá de las generalidades. Se están convocando a más marchas y ¡vaya que la última tuvo éxito!, logró aglutinar a más de 40 mil universitarios y jóvenes, no solo de la Ciudad de México, sino también de las principales ciudades del país.
Aún es poco tiempo para saber el verdadero alcance del movimiento, pero aún así existen elementos que hacen de este movimiento algo diferente y nunca antes visto.A la espera de lo que suceda en los próximos días quisiera, por último notar algunos de los elementos centrales que dan consistencia y originalidad al movimiento respecto a cualquier otra cosa que haya ocurrido en el pasado:
- Nunca había habido una manifestación generalizada en contra de un candidato presidencial en una escuela privada como la Universidad Iberoamericana. .Es más, nadie habría esperado que los alumnos de esa institución, de estratos sociales medios altos, iniciaran una protesta de esas dimensiones.
- La respuesta ante la calumnia, el video de 131 alumnos de la Ibero, fue una repuesta clara, contundente e irrefutable de la manipulación y malas prácticas que han caracterizado al Revolucionario Institucional, principalmente.
- Se ha logrado desterrar casi por completo la esclerótica imagen del “porro” malamente asociado a activistas universitarios de universidades públicas.
- Las movilizaciones se han dado a través de las redes sociales como Twitter y Facebook, hecho sin precedentes si consideramos lo novedoso de estos sistemas y cuyos resultados en la esfera política han sido contados.
- De las primeras universidades en sumarse al desprestigio que vino en su contra fueron otras dos privadas, el ITAM, y el Tecnológico de Monterrey y la UVM, de un perfil similar. Incluso el ITAM ha sido por décadas semillero de cuadros que han gobernado el país en los últimos años, es decir, tienen fuertes vínculos con la élite y la orientación de las políticas públicas de los últimos lustros. El Tec del Monterrey (Campus Monterrey), por su parte, semanas atrás había recibido al candidato presidencial de las izquierdas con gran apoyo, situación totalmente atípica si consideramos nuevamente el estrato sociales de los alumnos y la región geográfica. Tradicionalmente, la presencia de la izquierda en el norte es sumamente acotada.
- La primera manifestación fue hacia Televisa, nunca jóvenes habían manifestado su rechazo a la “línea” de una televisora, y menos aquellos quienes más acceso tienen a contenidos de calidad y variedad por la ciudad en la que viven, el acceso a internet y una gran cantidad de información que es más fácil encontrar en esta ciudad.
- La segunda marcha logró convocar a un sin número de instituciones públicas a la causa al grito de: “¡Ibero! ¡Aguanta! ¡El Poli se levanta!” por mencionar tan solo un ejemplo. La empatía juvenil ha superado diferencias entre unas y otras universidades.
- La marcha no se limitó a la capital. También estuvieron presentes jóvenes y estudiantes de Xalapa, Villahermosa, Mérida, Campeche, Monterrey, Tijuana, San Luis Potosí, Tuxtla Gutiérrez, Aguascalientes, Saltillo, Zacatecas, Guadalajara, Querétaro, Toluca, Cuernavaca, Morelia, León, Pachuca y Puebla.
- Aunque el movimiento se ha proclamado apartidista, no es apolítico y ha manifestado su rechazo al candidato Peña al considerarlo como la antítesis del ideal universitario junto con el partido al que representa.
En suma, estamos ante algo totalmente diferente de gran potencial, el próximo miércoles se está convocando nuevamente a una reunión, esta vez una Asamblea Universitaria el próximo 30 de mayo a las 12:00 en las Islas de Ciudad Universitaria.
Finalmente decir que nadie con más legitimidad para encabezar la transformación del país que los jóvenes, ellos son el presente y el futuro de la Nación. Querer acallar sus voces o apropiarse de ellas solo iría en contra del espíritu de progreso y la Libertad. La mayor legitimidad con la que cuenta el movimiento es que no es producto de las necesidades o la injusticia social, sino de una demanda proactiva en pro de más y mejor información y por ende, de una mejor democracia.
“Los jóvenes tenemos voz propia, estamos unidos y organizados.
Exigimos la verdad, honestidad, transparencia, pluralidad, tolerancia y compromiso.”
#YOSOY132