Con el clima volviéndose una prioridad en todos los ámbitos de la sociedad, las empresas de todos los tamaños están tomando acciones para abordar esta problemática. Para los operadores de redes de telecomunicaciones, respaldar la sustentabilidad y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, se ha vuelto un factor crítico en sus estrategias para reducir su consumo energético que hoy está entre el 2% y 3% de la energía mundial, de acuerdo con GSM Association. Y es que distintos gobiernos nacionales y organismos mundiales están exigiendo a las corporaciones cumplir con regulaciones para reducir su consumo de energía hasta en 50% para 2030.
La implementación de 5G es la más reciente estrategia para desplegar nuevos servicios para el mercado con una mayor velocidad en las transmisiones, menor latencia y mayor capacidad de ejecución remota, mayor número de dispositivos conectados y la posibilidad de implementar redes virtuales, proporcionando una conectividad más ajustada a necesidades concretas. Además, es la oportunidad para que los operadores de redes reduzcan su huella de carbono y alcancen sus objetivos de sustentabilidad.
Sin embargo, esto no es así de simple como se escucha; pues aunque las redes 5G serían hasta 90% más eficientes energéticamente que las 4G*, requerirían mayor energía debido al aumento en la densidad de red, la dependencia de los sistemas e infraestructura de TI y el crecimiento acelerado del tráfico.
¿Y entonces? ¿Cómo enfrentar el desafío de implementar 5G?
El primer paso para los operadores de Telecom es enfocarse en cómo aprovechar las oportunidades para crecer en un entorno de negocios cambiante y construir valor al ofrecer aplicaciones y servicios junto con una conectividad más integrada, todo de una manera más automatizada y escalable. Para que 5G sea alcanzable, debemos impulsar e inspirar a los clientes a implementar servicios habilitados para 5G que respalden su transformación digital.
En segundo lugar, buscar oportunidades para ser más eficientes energéticamente de manera que la promesa de 5G se vuelva una realidad sin sobrecargar los presupuestos y el medio ambiente. Sabemos que el tema de ahorro de energía es esencial, pues 40% de los operadores de telecomunicaciones consideran la eficiencia energética como su primera o segunda prioridad para implementar redes 5G, según un análisis de SLP Partners y Vertiv.
Aprovechar las posibilidades de 5G no debe estar peleado con alcanzar sus objetivos de sustentabilidad. Para tener éxito en apoyar ambos, se requiere adoptar las mejores prácticas de energía y emisiones en el diseño, adquisición, implementación y operaciones de 5G.
En esta transformación hacia 5G, los operadores de telecomunicaciones y clientes tienen la oportunidad de hacer cambios en su infraestructura para ser más eficientes. Y es que la infraestructura actual es más inteligente y capaz de reducir costos a través de un funcionamiento más eficiente del uso de energía.
Es innegable que, a medida que la tecnología y la civilización han crecido juntas, también han superado sus controles y equilibrios en términos de sustentabilidad del planeta. Aquí es donde las tecnologías, como 5G, pueden ayudar a acelerar la innovación, conduciendo a procesos sostenibles a través de una mayor eficiencia en la transmisión de datos.
5G es una tecnología revolucionaria que facilitará experiencias futuras y nuevas formas de servicios, tales como el acceso a servicios financieros fluidos y altamente sofisticados a través de un dispositivo móvil, o la entrega remota de medicamentos y redes de energía más inteligentes y sostenibles. Obtener una parte interesante de este negocio, solo será posible si las empresas de telecomunicaciones comprenden todos los nuevos componentes de esta tecnología y sus consecuencias ambientales.
¿Cuál es el beneficio de 5G?
Esta tecnología permitirá al menos tres casos de uso principales: banda ancha móvil mejorada (eMBB), comunicaciones de baja latencia ultra confiables (URLLC) y comunicaciones masivas de tipo máquina (mMTC). La sustentabilidad de 5G radica en su capacidad de permitir un IoT más potente y eficiente, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y permitir un mayor uso de la energía renovable que conducirá a ciudades más inteligentes y una sostenibilidad económica a nivel global.
*Estudio de Nokia y Telefónica
Por Rafael Garrido, Vicepresidente de Vertiv LATAM