Seagate destapa la mayor falsificación de discos duros usados que se vendían como nuevos

El fraude millonario que sacude al mercado.

Primer plano del interior de un disco duro abierto, donde se observa el plato magnético y el brazo lector. La imagen ilustra la complejidad de los componentes internos de almacenamiento digital, clave en la investigación sobre falsificación detectada por Seagate.

Seagate desmanteló el mayor taller de falsificación de discos duros de la historia, donde miles de unidades usadas en minería de criptomonedas fueron maquilladas y revendidas como nuevas, afectando también a WD y Toshiba.

  • Seagate halló casi 700 discos falsificados en Malasia, listos para ser vendidos online.
  • El fraude involucra redes internacionales y plataformas como Shopee y Lazada.
  • WD y Toshiba también sufren pérdidas millonarias en un esquema global.

El mercado global de almacenamiento digital acaba de recibir un golpe histórico. Seagate, uno de los fabricantes más importantes de discos duros, descubrió el mayor taller de falsificación de HDD registrado hasta ahora. La operación, que no solo afectó a sus productos sino también a marcas como Western Digital y Toshiba, reciclaba unidades usadas —muchas provenientes de granjas de minería de la criptomoneda Chia— para venderlas como nuevas en el mercado minorista.

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Según las primeras estimaciones, cientos de miles de discos duros fueron manipulados y revendidos, lo que representa pérdidas multimillonarias y un duro golpe a la confianza en el canal de distribución oficial.

Cómo funcionaba el fraude

El esquema no era un simple truco de devolución fraudulenta ni un lote aislado. Se trataba de una red industrializada con talleres en Asia, logística organizada y ventas a través de plataformas populares de e-commerce como Shopee y Lazada.

La clave de su éxito estaba en “maquillar” discos que ya habían tenido un uso intensivo. Los falsificadores manipulaban los valores SMART (Self-Monitoring, Analysis and Reporting Technology) de los HDD para que parecieran vírgenes. Sin embargo, los discos de Seagate guardan datos operativos que no pueden borrarse con facilidad, lo que permitió detectar la estafa.

Roy Khuan, director sénior de seguridad de Seagate explicó: “Realizamos auditorías de la empresa e investigaciones in situ para determinar la ubicación del almacén. Muchas de las operaciones criminales en esta zona están dirigidas por organizaciones más grandes. Realmente no sabíamos qué esperar al cruzar esas puertas.”

El hallazgo en Malasia

En mayo, Seagate colaboró con las autoridades de Malasia para intervenir un almacén a las afueras de Kuala Lumpur. Allí se encontraron casi 700 unidades de hasta 18 TB, pertenecientes tanto a Seagate como a Western Digital y Toshiba.

El modus operandi era claro: limpiar, reetiquetar, reempaquetar y revender los discos a través de tiendas online. En algunos casos, incluso “ascendían” los modelos, reconvirtiendo discos duros de sobremesa en supuestos modelos para videovigilancia, mucho más caros en el mercado.

Los trabajadores y las redes criminales

En el taller operaban apenas seis trabajadores con salarios ínfimos, mientras las verdaderas ganancias fluían hacia organizaciones criminales con capacidad de mover miles de dólares al mes.

John Abrenilla, vicepresidente de Confianza y Seguridad Global de Seagate, advirtió que no se trata de un caso aislado. “Existen sospechas fundadas de que redes similares están operando en otros países clave”, señaló.

Consecuencias para la industria

La magnitud del fraude aún es incierta, pero se estima que alrededor de un millón de unidades salieron de granjas de minería de Chia. No todas fueron revendidas como nuevas, pero el impacto sobre consumidores y marcas ya es considerable.

Para frenar el problema, Seagate reforzó su programa de socios:

  • Los distribuidores oficiales solo podrán comprar a canales autorizados.
  • Se implementará un sistema global de control de comercio (GTS) para bloquear a proveedores sospechosos.
  • Se endurecerán las auditorías para reducir el riesgo de filtración de unidades falsificadas en el mercado.

Estas medidas buscan cerrar los resquicios que permitieron que tanto minoristas en eBay como grandes plataformas online vendieran discos manipulados sin advertirlo.

Impacto en consumidores y confianza digital

El caso genera preguntas incómodas para el sector tecnológico. Si redes criminales lograron introducir cientos de miles de discos manipulados en el mercado, ¿qué otras piezas de hardware podrían estar en riesgo?

El golpe más duro no es solo económico, sino de confianza. Los consumidores esperan garantías de calidad y seguridad al comprar un producto nuevo, especialmente en un mercado tan competitivo como el del almacenamiento digital.

Lo que viene

Aunque el taller de Malasia fue desmantelado, la investigación sigue abierta y es probable que se descubran más operaciones similares en Asia y Occidente. Las marcas involucradas trabajan con autoridades internacionales para rastrear las redes y evitar que el fraude se repita.

El caso también resalta un aspecto crítico: la minería de criptomonedas, que durante años presionó el mercado de discos duros, ahora se ha convertido en un inesperado caldo de cultivo para fraudes tecnológicos de gran escala.

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