Raymond Loewy: “Lo feo no vende”

Raymond Loewy
  • Raymond Loewy era consciente de que lo feo no vende. Convenció al mundo de la importancia de la innovación y del valor añadido en el producto. El pionero del diseño industrial tuvo una importancia capital, tanta que hoy en día cualquier persona entra en contacto con algún diseño suyo al menos una vez al día.

Raymond Loewy

El francés llegó a Nueva York en 1919, con 26 años y solo 40 dólares. Eso sí, venía cargando de ilusiones e iniciativa. Algo que le llevó a perdurar en el tiempo a través de su idea de darle valor al producto. “Entre dos productos del mismo precio, la misma funcionalidad y calidad, se vende más el más bonito”, decía Raymond Loewy que pretendía cambiar los hasta entonces monótonos y nada pensados diseños. Una idea que acabaría por convertirse en una obsesión y en toda una filosofía de vida.

Y es que Raymond Loewy le daba valor añadido al producto, lo convertía en algo bonito. Se dio cuenta que lo feo no vende y convirtió esta verdad en su filosofía de vida.

Al pionero del diseño industrial le debemos desde cosméticos hasta locomotoras, botellas de refresco, refrigeradores comerciales, coches e incluso naves espaciales. Trabajó para importantes marcas a nivel internacional.

El caso más célebre está en una popular marca de cigarros: Lucky Strike que, en el año 1942, estaba a punto de hundirse y, gracias a la intervención de Raymond Loewy, consiguió convertirse en una de las marcas de cigarros por excelencia a nivel mundial.

El diseñador francés Raymond Loewy aportó un simple detalle que le dio el toque que le faltaba a la firma: sustituir el fondo verde original de la cajetilla por el color blanco.

Lo relata él mismo en el libro autobiográfico “Lo feo no se vende”, publicado por la Editorial Iberia en 1955. «Un día de marzo de 1940 se presentó en nuestra oficina, sin ser anunciado, un caballero bien vestido, de mediana edad, robusto, acompañado por su chófer (…) Era el máximo responsable de una gran tabacalera. Enseguida, agregó: ‘Un amigo me dijo que a usted no le gusta la envoltura del Lucky Strike, lo cual significa que cree poder diseñar otra mejor. Yo no lo creo, además no sé qué podría objetar contra nuestro envoltorio’ (…) Yo le respondí: ‘Puedo. ¿Quiere que apostemos?”¿Cuánto?”Cincuenta mil dólares, le respondí’». Después de fijar condiciones económicas y plazos, Raymond Loewy le aseguró al magnate que «una bella mañana de primavera» se sentiría «con el suficiente humor para diseñarlo» y que, dos horas después de que le llegase la inspiración, tendría listo su paquete y le llamaría para hacérselo saber. Al atardecer, explica Loewy, George Washington Hill le envió una caja de Lucky con una tarjeta que rezaba: «Póngalo debajo de la almohada y tenga sueños agradables».

Lucky Strike

Pronto, los cigarrillos americanos estuvieron preparados para presumir de un nuevo envoltorio que supuso toda una revolución en la comunicación publicitaria del producto usual y se convirtió, además, en todo un icono en la sociedad americana. Raymond Loewy había hecho emigrar el logotipo del paquete de cigarrillos al anverso y al reverso, relegando las inscripciones legales y los datos del fabricante a los costados estrechos. Así, tanto si el paquete se encontraba sobre una mesa como si era arrojado sobre ella, quedaba visible inevitablemente el nombre de la marca, detalla Loewy en las páginas de su libro.

La botella ergonómica de Coca-Cola o el logotipo de las gasolineras Shell, entre otros logros, son otras de sus creaciones.

En el caso de la botella de Coca-Cola, Raymond la hizo más estilizada para que el consumidor pudiera cogerla con una sola mano.

Coca-Cola

Por todo ello Loewy se convirtió en el padre del Styling, una filosofía del diseño basada en hacer un producto atractivo para los consumidores con el fin de venderlo. En la sociedad americana esta corriente floreció con fuerza tras la depresión económica de principios del Siglo XX.

Raymond Loewy fue además el primer diseñador en aparecer en la portada de la revista Times (en el año 1949) y numerosas revistas le han rendido homenaje a lo largo de todos estos años por el legado que dejó en la historia del diseño industrial y el desarrollo de la marca.

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