Una de las grandes atracciones del Mobile World Congress en Barcelona han sido las pantallas flexibles y ‘enrollables’ que mostró la empresa británica Flex Enable. En su pequeño stand del MWC mostraban un puñado de láminas con circuitos impresos y una pantalla doblada a modo de brazalete.
Su tecnología se basa en el uso de varios polímeros. Su combinación crea patrones en una lámina que pueden conducir la electricidad. Si preguntas a los portavoces de la compañía por el futuro, responden que el plástico formará parte de una electrónica flexible que veremos en los próximos años.
Se trata de una tecnología LCD capaz de imprimirse en el plástico que utilizan las botellas de agua convencionales, el tereftalato de polietileno es decir el PET.
Es un material irrompible, ligero, muy fino y extraordinariamente barato. Sus aplicaciones son tantas como las que permita la imaginación de los fabricantes de dispositivos, con posibles usos en televisores, smartphones, pantallas, relojes inteligentes y wereables con forma de brazalete.
Con más diez años de experiencia en desarrollos tecnológico, la firma ha acudido al MWC con la intención de atraer la atención de las grandes compañías del sector.
Gracias a esta patente, las pantallas curvas de algunos móviles y televisores podrían prescindir de sus carcasas y cristales para dar paso a displays flexibles capaces de enrollarse en un bolígrafo, por ejemplo, y desplegarse en generosas dimensiones y ofrecer una calidad de reproducción de imagen que poco tendría que envidiar a la que ofrecen los dispositivos convencionales.