A pesar del crecimiento que han experimentado los medios de comunicación social durante los últimos años, no se les ha reconocido su justo valor para llevar tráfico a un sitio web, ni crear valor de marca ni generar ingresos. En mi opinión hay dos factores claves para está situación: 1. El marketing como lo conocemos tiene una larga tradición y métodos que han resultado efectivos durante décadas, y 2. La aparición de “expertos en social media”, además de la proliferación de agencias e independientes que venden humo han saturado el mercado y literalmente estafado a varios incautos.
Sin embargo, la solución para darle a los medios de comunicación social online su valor real debe estar basada en una tremenda ética y en hacer algunos ajustes simples a cómo estamos midiendo sus beneficios. Esto no es una ciencia exacta, y estamos aprendiendo en el camino a prueba y error. El marketing social es todavía muy nuevo, las mejores prácticas y la medición de la eficacia de los esfuerzos en este sentido aún siguen evolucionando.
Al menos desde hace tres años, todo mundo esta invirtiendo un mayor porcentaje del presupuesto hacia los canales sociales, pero también es cierto que muchos tomadores de decisiones continúan siendo escépticos del valor real del valor de los medios de comunicación y de su medición.
Es por ello que surgen algunas dudas ¿cuál es la mejor manera de medir el impacto de los medios sociales? y los que nos dedicamos a este negocio ¿cómo podemos atribuir de manera más precisa el valor que desempeñan los medios sociales: una canal emergente que está creciendo pero que al mismo tiempo lucha para para validar los beneficios que ofrece dentro del marketing y las campañas de publicidad.
¿Ideas de por que el social media no está recibiendo el crédito que merece? si conocen ustedes malas prácticas ahí están los comentarios abiertos, discutámoslo.
Imagen cortesía de Kexino.
3 comentarios
Resulta interesante que cada vez se le atribuya mayor presupuesto e importancia al manejo de las redes sociales en las empresas y en los negocios sin conocer del todo los beneficios reales y concretos (en una palabra, “rentabilidad”) que conllevan.
Esto viene a colación debido a aquella práctica de “mientras haya flujo de gente, hay oportunidad de lograr captar la atención”. Esto no es precisamente malo, sino que es solo un “le tiro a todo y a la vez a nada, a ver si consigo algo”.
Un beneficio tangible sería poder diseñar un esquema que te permitiera ver el paso tal cual de leer un tweet, post, estado, pin que los dirija a la página, la observe con detenimiento y realice una compra tal cual. El asunto es que (a menos que desconozca) aún no hay un sistema que te dicte tal lectura y si fuera así, no todas las empresas tienen su canal de venta a través de su sitio en internet, sólo fungen como un portal informativo y canalizan a las tiendas (click to mortar).
La mejor manera de poder medir el impacto que tienen las redes sociales no radica en el número de seguidores o fans de tu campaña, sino en compradores per se. Y aquí viene a colación algo importante e interesante: la fusión de la tecnología con el comercio y el marketing. En pocas palabras, el sueño de David Ogilvy de poder diferenciar la publicidad y poder llamar a la acción concreta. Ya existen iniciativas que te permiten con un tweet comprar algo (Tweet-a-beer), pero a final de todo, la convergencia de información, tecnología y medios es lo que debe llevar a demostrar la importancia poco a poco del social media.
Pues en este aspecto y en mi experiencia personal siendo diseñadora web, la gente lo que quiere es vender a corto plazo o su inversión se vea recuperada a corto plazo.
Desgraciadamente como comenta Isopixel el social media no es una ciencia exacta, lo cual para que la red social de una empresa sea exitosa, en mi caso tengo que desarrollar una estrategia e irla adaptando hasta que poco a poco aumente su número de seguidores y en un determinado tiempo comience a generar ingresos para mi cliente.
Pero ese tiempo el cliente no quiere ni invertir tanto tiempo ni dinero, por otro lado, según lo que he visto, de cada enlace que se publica en una red el 1% del total de seguidores leeran el link, de ahí que un porcentaje más reducido visitará el link y otro porcentaje más reducido comprará dicho producto.
Lo cual para un cliente esto representa una situación muy arriesgada, pero no visualiza que en contraparte, esta red que le tomó talvez seis meses, un año o talvez más, el día de mañana será un sustento y generará el 30% de sus ventas, mientras que otros canales de venta no le generarán ni el 10%. Esto lo he comprobado mi misma.
Por lo que he llegado a la conclusión esto cambiará hasta que vean empresas que lograron dicho objetivo y cambie la mentalidad de los empresarios de invertir a largo plazo. Y/o logrando acuerdos donde ambas partes cedan, me refiero llegar a un acuerdo donde se pague una cantidad por el tiempo para lograr dichos objetivos sin que sea onerosa, digamos que sustente los gastos que se generan para dicho proyecto y cuando dicho trabajo genere ingresos para la empresa, se le otorgue una comisión al que desarrollo la estrategia, ahí ambas partes comparten el riesgo y los logros.
Sin embargo, yo no he logrado encontrar un cliente que acepte dichos términos, en mi caso particular, me piden que lo realice a corto plazo con una inversión mínima y con resultados a corto plazo, que resulta más que complejo puesto que posicionar una red social como mencionamos no es una ciencia exacta.
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Gee Ranasinha,
CEO, KEXINO