Pues bien, ha pasado el tiempo y han sucedido cosas que marcarán mi vida definitivamente, desde hace una semana he decidido abandonar mi zona de confort y aventurarme de lleno al interesante y complicado mundo del profesionista independiente, así es, renuncié a un supuestamente “muy buen” trabajo en la UNAM, por seguir mis sueños, sé que suena a cliché pero es lo que hay. Dicen que lo que lo que no se mueve se pudre y yo no quise pudrirme en el corporativismo, ni detrás de un escritorio.
Me queda claro que ahora me toca trabajar más duro, pero la diferencia es que ahora lo haré en lo que me gusta hacer. No me gustaría definirme como emprendedor, porque creo que eso lo he sido toda la vida, salvo que ahora lo haré de modo más profesional.
Afortunadamente cuento con proyectos ya en ciernes y otros por venir; Isopixel One, mi red de blogs es uno de ellos, y una de mis prioridades, además de Café de Altura, iniciativa que busca apoyar a jóvenes emprendedores y a la cual le veo mucho potencial por el momento que vivimos de un auge inusitado en temas de internet, tecnología, etc. además de brindar consultoría a clientes que cada vez más buscan aprovechar el potencial de medios online dentro de su estrategia de comunicación, eso es algo de lo que haré ahora; potenciar y promover el uso de los blogs, redes sociales y demás vainas que se engloban dentro de lo que hoy muchos denominan “social media”.
En esas ando, ya les iré contando como me va.