Fuí a la página de Cinepolis y me apareció un mensaje de que necesitaba instalar flash player 9 para poder visualizar el sitio, le di cancelar y segui navegando, aparentemente algunas cosas funcionaban si el player. Lo que yo quería era buscar los horarios de algunas películas y me dispuse hacerlo, pero el sitio se veía muy vacía, así que me dije; bueno… Habrá que instalar el dischoso flash player para tener toda la funcionalidad del sitio.
Cuando terminó de bajar la aplicación te “exige” que cierres el browser, en este caso Firefox. Así que no tuve otro remedio que cerrar mi navegador con 12 tabuladores abiertos, con la consecuente perdida de los sitios que estaba leyendo… Bueno, lo más grave no fue eso, sino el anuncio cuasi intersticial (esos que abarcan toda la pantalla y no te dejan ver el contenido de un sitio hasta que te lo fumas completito) que me recetó Cinepolís al entrar de nuevo a su sitio web.
O sea, me hizo bajar e instalar una aplicación que no quería ni necesitaba, me saca de sesión y pierdo lo que estaba leyendo y encima me engaña diciendome que la necesito para la funcionalidad del sitio (ese debería ser su problema, no el mío) sea óptima.
¿Todo para que? Para que los angelitos me dejen caer una espantosa publicidad.
¡Que poca vergüenza!