Hoy se cumple un aniversario mas de aquella fatídica mañana de 1985, en la que la ciudad de México enfrenta una de las mayores catástrofes naturales de las que tenga memoria.
Así es, un 19 de septiembre pero de 1985, un sismo de 8.1 grados en la escala de Ritcher con una duración de casi 2 minutos con movimientos oscilatorios y trepidatorios devasto a la capital mexicana. En un inicio el gobierno de Miguel de la Madrid en un alarde de autosuficiencia inédita en este tipo de situaciones, rechazó la ayuda internacional.
Aún hoy día quedan secuelas de esa tragedia y los mexicanos no nos olvidamos de ella.
Tras la efeméride permítanme recordar con una rolita, a nuestro muy querido y recordado Rodrigo González que perdió la vida en aquel lamentable terremoto.
Distante instante
Si volviera el amor
Si tuviera un hermano un amigo
un sueño a la mano
Moriría ese dolor
de buscar el calor
en el cruel laberinto
de este vaso de alcohol
de estas calles sin sol
Si hubiera ilusiones
si existieran razones, locuras
mentiras pasiones
no habría necesidad
de pasarme por horas
bebiendo cantimploras
de esta gris soledad
de esta eterna ansiedad
Si pudiera borrarme
esos viejos recuerdos
que como viles cuervos
arrancan ya mis ojos
dejando mis despojos
entre historias hirientes
igual de indiferentes
al amor y a las gentes
Si te hubieras quedado
si me hubieras pedido
que quemara el sonido
de ese viejo pasado
no estaría aquí metido
ahogando mis entrañas
arañando el olvido
bien confuso y perdido
Cuando tenga la suerte
de encontrarme a la muerte
yo le voy a ofrecer
todo el tiempo vivido
y este vaso henchido
por un distante instante
un instante de olvido
Si pudiera borrarme
esos viejos recuerdos
que como viles cuervos
arrancan ya mis ojos
dejando mis despojos
entre historias hirientes
igual de indiferentes
al amor y a las gentes