Cuando Luis Eduardo Aute canta se olvida casi todo:

A veces recuerdo tu imagen
desnuda en la noche vacía,
tu cuerpo sin peso se abre
y abrazo mi propia mentira.

Así me reanuda la sangre
tensando la canción dormida,
mis dedos aprietan, amantes,
un hondo compás de caricias.

Dentro
me quemo por ti,
me vierto sin ti
y nace un muerto.

Mi mano ahuyentó soledades
tomando tu forma precisa,
la piel que te hice en el aire
recibe un temblor de semilla.

Un quieto cansancio me esparce,
tu imagen se borra enseguida,
me llena una ausencia de hambre
y un dulce calor de saliva.

Dentro
me quemo por ti,
me vierto sin ti
y nace un muerto.

No hay homenaje más hermoso a la masturbación que esta canción.

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Fundador y editor de Isopixel.net, apasionado de la tecnología y trabajando en ella desde 1995. He sido observador privilegiado y narrador de primera línea de las revoluciones en internet, gadgets, redes sociales, apps, blockchain, IA y más. Temas que abordo en isopixel desde 2001, con el objetivo de acercarlos a la gente con un lenguaje sin complicaciones.

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