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David Diehl pinta a grandes leyendas del fútbol mundial de una forma única. En oleos sobre madera, cada jugador es pintado como si fuera un Santo .
Hoy se jugó la Final del fútbol mexicano entre Chivas y Tigres, resultando que el Rebaño se hizo con la duodécima estrella y Tigres debió quedarse con las ganas del bicampeonato. La mitad del país de paralizó, ya sea para alentar a uno de los equipos, bien para denostarlo. Hoy los de Monterrey eran más chivistas que Vergara y los americanistas más felinos que Tuca.
Por lo que viene muy a cuento la nota que queremos compartirles hoy y tiene que ver con religiosidad, santos y fútbol. Permítanme comenzar con el inicio del libro “Dios es redondo” de Juan Villoro:
“En el principio Dios iba a la escuela y se ponía a jugar fútbol con sus amigos hasta que llegaba la hora de irse a sus salones. Aunque Dios sabe muchas cosas, quiere aprender más y hacer cosas nuevas. Un día Dios dijo: ‘Hoy trabajé mucho y es hora de ir a recreo’. Dios y sus amigos se pusieron a jugar fútbol y Dios chutó tan duro la pelota que cayó en un rosal y se ponchó. Al explotar la pelota, se creó el universo y todas las cosas que conocemos”.
Así todo bien pudo haber comenzado así, con una “cascarita” primigenia que devino en todas las cosas que hay en la tierra y en los cielos. Permítasemem agregar que el Paraíso para ser considerado como tal, debería tener al menos un campo, un llano que haga de canchita improvisada, ¡vaya! hasta cerrando una calle la podemos conseguir, y de porterias nos bastan dos piedras.
Algunos autores se cuestionan si el fútbol se ha converitdo en la religión del siglo XXI, en tanto los tradicionales lugares de culto son reemplazados por los estadios, hoy devenidos en catedrales; los santos son sustituidos por los futbolistas; los clubes de fútbol sustituyen a las iglesias; y los fieles o devotos se transforman en seguidores o fanáticos. También porque el fútbol tiene una ritualidad, una símbología y una fé que hace pensar que se trata de una religión, y por último, para algunos Maradona es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en eterna disputa con el más grande: ¡Oh! Rey Pelé.
Con este préambulo, queremos persentarles el trabajo de David Diehl, un artista e ilustrador con sede en Zúrich, Suiza, que se dedica entre otras cosas a pintar a algunos de los grandes ídolos del fútbol mundial de manera un tanto peculiar.
Un ícono es una magen religiosa pintada o hecha en relieve o con mosaico, realizada según la técnica del arte bizantino característico de las iglesias cristianas orientales, y es precisamente en su serie Iconos del fútbol, dónde Diehl, inmortaliza a los genios del fútbol pintándolos al oleo sobre madera, el aura de los jugadores devenidos en santos, está hecha con hoja de oro, al más puro estilo de un ícono religiosos.
Así el título de la obra ‘Ikonen’, juega con ambos significados; el de ícono, en alusión a los grandes ídolos del fútbol mundial y por el otro haciendo referencia a los retratos de los Santos.
Si más, disfruten de las incréibles imágenes: