Ayer leía en Alt1040, una nota sobre la popularidad de YouTube por sobre MySpace, uno de los grandes fenómenos del Web, todo bien hasta ahí. La cuestión es que para la comparativa, Eduardo, usa Alexa, un medio que lleva años descalificando.
Así que de inmediato pongo un comentario que letras más, letras menos, decía más o menos así:
“¿Por fin? se vale o no usar Alexa para comparar popularidad o no de un servicio? Congruencia, mi estimado Eduardo…”
Pues bien, mi comentario nunca apareció, escribí 2 comentarios más preguntando que había pasado con mi comentario, estos si se publicaron pero de inmediato desaparecieron. Vale decir que en ninguno de ellos fui infamante o grosero. Yo tenía entendido que en el blog de Eduardo, se dan cita decenas de trolls y pensaba que era decisión de él bannearlos o no. Pero esto ya es ridículo. Más bien, se trata de aprobar los comentarios en los que te dicen lo maravilloso que eres.
Más tarde le escribí un correo solicitando una explicación:
“Sobre comentarios banneados
Que pasa?
Por que mis comentarios han sido banneados? Acaso había algún insulto? o Simplemente tu decides quien comenta o no en tu blog? Porque de otra manera debieras cerrar los comentarios. O se trata solo de publicar aquellos que dicen lo que quieres escuchar?
No lo sé, tan solo tenía esa duda. Puesto que en mis 3 comentarios en ninguno le falte el respeto a nadie. Solo pregunte si siempre si se valía o no usar Alexa para comparar?”
Bueno, hasta ahora no he recibido respuesta. Es bien sabido que él y yo nunca hemos sido los grandes amigos, pero en cualquier lugar dónde nos encontrábamos, lo saludaba y platicábamos sin problemas. En más de una ocasión hemos estado en desacuerdo en algunos temas. Recuerdo ya hace algunos años, una particularmente dónde sin decir agua va, publique una nota sin antes haber dialogado, obvio que me reclamó mi proceder y reconocí mi fallo. Pero en esta ocasión, es por demás pedir explicaciones, es evidente que soy persona non grata en Alt1040.
Soy de las personas que están convencidas que a Eduardo le gusta entrar en esas polémicas y en otras tantas ocasiones he defendido posiciones o defendido ante ataques, pero es por demás. Parece sentir una extraña fascinación ante la polémica. En muchas ocasiones, he recomendado a personas que lo atacan, mejor llevársela con calma e ignorarlo, porque es la mejor solución.
Así que ahora pido una disculpa por no predicar con el ejemplo, pero en esta vida hay límites y creo que él ha rebasado el mío.
Eso sí, es la última nota que publico con respecto a este tema, que tampoco es tan importante.