Ayer en la madrugada de verdad me conmocionó esta noticia, en las redes sociales del legendario músico inglés David Bowie aparecía el anuncio de su muerte a 3 días de cumplir 69 años en la ciudad de Nueva York, a causa del cáncer.
La noticia fue confirmada a primera hora de la mañana, también en las redes sociales, por su hijo, el director de cine Duncan Jones, de 44 años. “Lamento mucho y me entristece decir que es verdad”, ha escrito.
“David Bowie murió en paz hoy rodeado de su familia al término de una valiente batalla de 18 meses contra el cáncer”, indicó la familia en un mensaje fechado el domingo y difundido el lunes en Twitter y Facebook.
“Muchos de ustedes compartirán esta pérdida. Pedimos que respeten la privacidad de la familia durante el tiempo de duelo”, agregó el comunicado.
January 10 2016 – David Bowie died peacefully today surrounded by his family after a courageous 18 month battle… https://t.co/ENRSiT43Zy
— David Bowie Official (@DavidBowieReal) enero 11, 2016
Very sorry and sad to say it’s true. I’ll be offline for a while. Love to all. pic.twitter.com/Kh2fq3tf9m
— Duncan Jones (@ManMadeMoon) enero 11, 2016
“Siempre hizo lo que quiso”, ha escrito en Facebook Tony Visconti, amigo y productor de míticos discos de Bowie, incluido el último. “Quiso hacerlo a su manera. Su muerte no ha sido diferente a su vida: una obra de arte. Hizo Blackstar para nosotros, como su regalo de despedida. He sabido durante un año que así es como iba a ser”.
Desde sus inicios en la música allá en la época de los 60’s, Bowie se distinguió de los demás aparte de por si talento por ser considerado un innovador, en particular por sus trabajos de la década de 1970 y por su peculiar voz, además de la profundidad intelectual de su obra.
Bowie consiguió notoriedad en julio de 1969, cuando su sencillo Space Oddity llegó al top 5 de la lista británica de sencillos, aunque antes había sacado un álbum y varios sencillos. Después de tres años correspondientes a una etapa de experimentación, resurgió en 1972, en la era del glam rock, con su álter ego el extravagante y andrógino Ziggy Stardust, y gracias a su exitoso sencillo Starman y el disco The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars.
David Buckley, su biógrafo, describe el impacto de Bowie de esa época diciendo que «retó al núcleo de la música rock de la época» y “creó, posiblemente, el personaje más importante de la cultura popular”. El fue un artista que siempre buscaba reinventarse, tanto musicalmente como en sus presentaciones visuales de todo tipo.
Bowie siguió trabajando hasta que en 1975, obtiene su primer éxito en Estados Unidos, gracias a su exitoso sencillo Fame, coescrito con John Lennon y a su disco Young Americans, del cual dijo él mismo que era el disco definitivo del plastic soul.
Después de esto, confundió tanto a su discográfica como a sus seguidores estadounidenses con el disco minimalista Low (1977), la primera de tres colaboraciones con Brian Eno. Todos estos álbumes, conocidos como la Trilogía de Berlín, entraron en el top 5 británico, además de que recibieron elogios de la crítica.
En los ochenta abrazó el pop y bajó a la pista de baile, con éxitos como Let’s Dance (1983).
Produjo álbumes para otros artistas, entre ellos Lou Reed (Transformer) e Iggy Pop (Raw Power, The Idior, Lust for Life) y compuso el hit All the Young Dudes, de Mott The Hoople. Además, tuvo una considerable carrera como actor, que abarcó desde montajes teatrales del Lindsay Kemp, hasta películas como El hombre que vino de las estrellas (Nicolas Roeg), Principiantes(Julien Temple), Laberinto (Jim Henson) o La última tentación de Cristo (Scorsese).
Blackstar, el 25º álbum de su carrera, con siete canciones de aires jazz y toques electrónicos, fue elogiado por la crítica en todo el mundo. El creador de Ziggy Stardust, según sus colaboradores, no tenía previsto promocionar el disco ni conceder entrevistas, ¿la razón? ahora la sabemos. En los últimos años Bowie había descendido su capacidad de trabajo, después de que se informara que había sufrido un ataque al corazón en la década pasada. Su última actuación en directo fue en 2006 en Nueva York, junto a Alicia Keys.
Si, él estaba vestido con catsuits ceñidos y se maquillaba la cara jugando al glam rock, viajando en el avant-garde o, experimentando con la música industrial – el la que siempre tuvo un impacto.
Su constante cambio personajes, el aspecto andrógino y las incursiones descaradas en cualquier cosa que le interesaba o lo movia. Él hizo que la gente fuera más valiente. Su actitud y vida hizo que la gente supiera que estaba bien atreverse a ser diferente.
David Bowie cambió la cultura pop – eso fue su más grande talento. Bowie fue un artista en permanente revolución. Desafió todas las convenciones en la música, la moda y hasta la sexualidad. Para Iggy Pop “la amistad con David era la luz de su vida“. Fue más que la voz de una generación.
Su imaginación y su talento marcaron la segunda mitad del siglo XX. “Lo que hago es muy sencillo, es solo que mis elecciones son muy diferentes de las de otras personas”, dijo en una ocasión. Sus caminos camaleónicos musicales no siempre sientan bien con todos, pero para los weirdos, artistas y poetas de corazón – él era rey.
Crecí oyendo y viendo a Bowie. Me enamoré de su música, me pinte con lápiz labial el rayo y vi muchísimas veces la película Laberinto. Y cada lechuza que veo, siempre será Jareth para mí.
Su influencia fue única en la cultura popular, ha permeado y cambiado más vidas que ninguna otra figura pública. ¡Descanse en paz Ziggy Stardust, The White Thin Duke, Jareth the Goblin King!