Seguimos con las notas curiosas, en esta ocasión permítanme contarles sobre uno de los balones usados en la final de la pasada Copa del mundo.
Resulta que un jeque árabe (de esos que brincan a la cancha cuando su equipo o selección están jugando y si alguien se atreve a detenerlos, pregunta cuanto cuesta el estadio con todo y gente adentro) compró en la friolera de 2.4 millones de dólares uno de los balones usados en la final autografiado por la selección italiana.
En estos días, como casi todo mundo sabe, en un partido de fútbol profesional (y aún en el llanero) se suele jugar con al menos media docena de balones diseminados por toda la cancha, así que cuando el partido se ve interrumpido por falta de balones, es más bien que el recoge pelotas se esta haciendo pendejo y le va a local como es lógico. En fin, ¿Entones cual de esos balones? es el que vale tanto según este desquiciado emir qatarí? (Sheikh Mohamed bin Hamad al-Than).
Según escuchaba ayer en el radio, debe ser el que el arbitro toma antes del silbatazo final. ¿Qué tal si ese balón fue usado solo unos instantes antes? ¿A poco no tendría mayor valor el que disputaron Zidane y Materazzi antes del polémico cabezazo?
Según el emir Sheikh Mohamed bin Hamad al-Than, es fanático de la escuadra azurra y ese día se encontraba en el estadio y por ende el balón tiene un valor sentimental muy especial. No pues así si… 😉
Lo que hay que ver.