Las pérdidas sufridas por Pfizer debido a la piratería de Viagra resultan escalofriantes y van de los 50 a los 90 millones de dólares. Para combatir este fenómeno la farmaceutica recurrirá a una estrategia que las compañías de cigarros han implementado desde hace tiempo y es la de modificar el empaque del producto.
Los cambios a la caja son un holograma que califican de infalsificable, tinta en color plata y la introducción del código Braille. Además, incorpora tecnología de reciente lanzamiento en Europa aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMEA) y, obviamente, cumple con los requisitos exigidos por la Secretaría de Salud.
PR Partners es la agencia encargada de una campaña de relaciones públicas que incluye presentaciones a médicos y a medios de comunicación.
Aunque este tipo de estrategias tienen sentido y al principio logran su cometido, es necesario cada cierto tiempo hacer cambios, ya que una vez que se estándariza el envase y éste dura determinado tiempo en el mercado los falsificadores vuelven a reproducirlos y es el cuento de nunca acabar.
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