Al parecer a Antonio de Blogpocket ya le llegaron las postales. Él deberá reenviarlas y a su vez empezar una nueva cadena. Una de las postales se quedará en Spain y la otra viajara a tráves del Atlantico y aterrizará en México. Que emoción me embarga… Espero que el buen amigo Tramontana no se arrepienta y pronto pueda recibirla, para que pueda yo iniciar una nueva cadena!
Nunca pense en pasar de un medio tan frío como el ciberespacio a algo tan material y palpable como esto de las postales. Vaya que es emocionante esto.