Han sido años de replantear muchas cosas y de cara al 2023, es pertinente preguntarse cuál será el rol del diseño en el desarrollo de productos, servicios y experiencias en medio de tendencias como la sostenibilidad y la aplicación de tecnologías revolucionarias como la Inteligencia Artificial.
En medio de un entorno que poco a poco retoma un ritmo prepandemia es importante mantener en el radar las principales líneas que seguirán moldeando la oferta de valor que marcas y organizaciones diseñan para mantenerse relevantes para las y los consumidores.
El equipo multidisciplinario de frog, firma líder en diseño y estrategia, se dio a la tarea de analizar y resumir las principales tendencias que las marcas deben considerar para diseñar sus ofertas durante este nuevo año, tomando en cuenta aquellas que se mantuvieron presentes a lo largo del 2022 y considerando cómo evolucionarán a lo largo de 2023.
Herramientas creativas basadas en Inteligencia Artificial (IA)
Este año fuimos testigos del surgimiento de diferentes herramientas que utilizan IA para producir contenido, ya sea texto (Jasper, ArticleForge), imágenes (DALL-E, AISEO), o música (Soundraw). La disponibilidad de estas herramientas de manera comercial detona discusiones sobre las implicaciones de su uso generalizado, sobre todo porque, a diferencia de casos de uso anteriores, estas nuevas aplicaciones parecen “creativas”, un rasgo que hasta hoy consideramos diferenciador de los humanos.
Hay que recordar que por más impresionante que resulte el producto de estos modelos, no son realmente la consecuencia de un proceso creativo artificial, la creatividad real está en las personas que diseñaron los algoritmos, curaron las fuentes de datos origen y dan dirección a las aplicaciones para producir contenido interesante.
El surgimiento de estas plataformas no supone que las personas dejaremos de hacer estas actividades, sino que tenemos nuevas herramientas para producir contenido, y los resultados dependerán de cómo las utilizamos.
“En 2023 emergerán nuevos especialistas en el entrenamiento y manipulación de herramientas creativas basadas en IA, con habilidades específicas para sacar el mejor provecho de este recurso”, asegura Mauricio García, director ejecutivo de tecnología en frog.
Sostenibilidad y diseño regenerativo
Aunque cada vez vemos a más organizaciones reconocer la urgencia del cambio climático, en realidad hemos visto poco avance en cuanto a acciones concretas. Para la mayoría de las organizaciones aún no está claro cómo justificar la sustentabilidad dentro de su negocio, pues aún sigue viéndose como un gasto en lugar de una inversión.
Sin embargo, los consumidores de hoy están más informados y conscientes, por ello son más demandantes con las compañías. Según un sondeo a nivel Latinoamérica, el 30% de los hogares piensa que las empresas tienen responsabilidad en el cuidado del medio ambiente.
“Para que el diseño pueda tener un rol en el impacto y la evolución de las empresas hacia un futuro sustentable es fundamental que las organizaciones sean conscientes de sus impactos actuales y definan objetivos y ambiciones a alcanzar en diferentes plazos de tiempo”,detalla Marcela Izaguirre, senior strategist en frog.
Los cambios en la manera en cómo se aplica el diseño vienen desde las propias metodologías y herramientas de la filosofía del diseño (Design Thinking). Por ejemplo, pasaremos de pensar únicamente en Experience Journeys para entender la experiencia de los usuarios con un servicio específico identificando puntos de dolor y satisfacción, a también enfocarnos en Impact Journeys, analizando la cadena de valor y el ciclo de vida de los productos con ayuda de herramientas como Life Cycle Analysis, (LCA, por sus siglas en inglés), la cual toma en cuenta todos los aspectos de sustentabilidad, no solo lo ambiental sino también los componentes sociales, siendo así más completo que un análisis de huella de carbono.
Blockchain más allá de las criptomonedas
La popularización de los registros distribuidos, como blockchain, se debe en gran medida al auge de las criptomonedas. El valor de estas monedas virtuales en términos de otras divisas nacionales es determinado por la demanda, y si 2021 significó un incremento explosivo de la demanda de criptomonedas, y su correspondiente aumento en precio, en 2022 hemos visto todo lo contrario.
Ante el desencanto de quienes esperaban hacerse ricos rápidamente y malos manejos de algunas empresas importantes en este ecosistema, el valor total del mercado de estos activos —que llegó a ser de 3 trillones de dólares a nivel mundial— se ha visto reducido a menos de una tercera parte.
Pero esto no significa que los registros distribuidos hayan fracasado, pues tienen muchos más casos de uso. “Ya sea que se trate de seguimiento del ciclo de vida completo de un producto, el intercambio seguro de registros médicos, o la gestión de activos digitales en un mundo virtual, muchos procesos se pueden beneficiar de un registro donde diferentes participantes pueden colaborar de forma segura y transparente sin requerir una autoridad central, y donde, además de información, se pueden almacenar acciones en forma de contratos inteligentes”,asegura Mauricio García.
Todo indica que el futuro de blockchain parece estar menos enfocado en criptomonedas, y más en organizaciones descentralizadas y sustentables.