Desde el siglo XVIII, el servicio postal o de correos, ha sido uno de los más relevantes que ha prestado el Estado, pues permitió el desarrollo de las comunicaciones entre ciudades, regiones y continentes, con la consecuente difusión del conocimiento.
México como país, empezó el servicio postal el 27 de agosto de 1580. Fue en la época del virreinato bajo Felipe II, mediante un decreto, nombró al Correo Mayor de Hostas y Postas de la Nueva España. Su labor principal era comunicar el virreinato de Nueva España con la metrópoli España. De esas épocas a la fecha, el servicio postal en México ha tenido muchos cambios.
En el México independiente, el sistema postal fue coordinado por la Secretaría de Relaciones Interiores y Exteriores y más tarde por la de Secretaría de Hacienda. A finales del porfiriato, se construyó el Palacio Postal en el centro de la capital y el servicio pasó a ser parte de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas.
En 1986, ante la necesidad de modernizar el servicio y darle autonomía, se creó el Servicio Postal Mexicano.
El rediseño anterior del maestro Gonzalo Tassier, data de 2008, cuándo cambió el nombre de Servicio Postal Mexicano a simplemente Correos de México, y se sustituye el muy institucional color azul y el nacionalista isotipo del águila, por una paloma con un sobre en el pico y se adoptan los colores rosa mexicano y verde limón. En aquel momento, el cambio de imagen obedecía a una justa y necesaria modernización de institución buscando que se adaptara a las nuevas aplicaciones electrónicas que para ese entonces empezaban a cobrar gran relevancia.
Mucha agua ha corrido bajo el puente de 2008 a 2020, así que como suele ser normal en México, cuando llega un partido nuevo al gobierno, hay rediseño de casi absolutamente te todo.
Rediseño creado por Carl Forssell
El rediseño de Correos de México en 2019, es obra del diseñador Carl Forssell Méndez, que de alguna manera es un homenaje a la icónica identidad de Tassier, pues aunque involucra la renovación estratégica de la marca, preserva su esencia.
Así la nueva marca, retoma los elementos que la posicionaron: la paloma, el sobre y los colores, creando una composición que fusiona y concreta sus formas, en una síntesis y economía de recursos.
Como ya mencionamos, los colores no solo permaneces, si no que además toman un papel preponderante y se pueden ver en cada aplicación:
La actual imagen de Correos de México representa a la vez un tributo y una renovación de un servicio que ha sido esencial para el desarrollo histórico de la conexión de las personas y las sociedades alrededor del mundo.
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