La transformación digital ha estado en la agenda de los proveedores de salud durante años. Sin embargo, a pesar del gran progreso en la industria, rediseñar por completo la atención médica para la era digital a menudo seguía siendo un objetivo difícil a largo plazo. Hasta que llegó la pandemia. La COVID-19 se ha convertido en un catalizador del cambio: un momento decisivo para que todos nosotros reinventemos la atención médica como debe ser.
El diagnóstico de precisión, es la brújula de todo tratamiento eficaz. Antes de la pandemia, los servicios de diagnóstico ya estaban cargados con una alta demanda, falta de personal y flujos de trabajo ineficientes, y esto generaba picos de agotamiento en el personal. Ante la COVID-19, la necesidad de una mayor eficiencia y capacidad de respuesta se ha vuelto aún más urgente. Después de una disminución estimada del 50-70% en el volumen de estudios de imagenología durante el pico de la pandemia, se probarán los límites de los departamentos de radiología a medida que las instalaciones de salud reanuden los exámenes y procedimientos electivos para pacientes con cáncer, enfermedades cardíacas y otras afecciones, al mismo tiempo que brindan atención crítica para pacientes con COVID-19.
Para hacer frente a estas responsabilidades de manera efectiva, se requerirá un nuevo modelo de prestación de atención médica digital basado en diagnósticos precisos y redes eficaces de telesalud, todo organizado de manera integral en torno a los tratamientos de los pacientes, coordinado centralmente en función del análisis en tiempo real y con flujos de trabajo que se adapten de forma dinámica al rápido cambio en las circunstancias.
A continuación, encontrará siete ejemplos de cómo la transformación digital en la atención médica está cambiando a una velocidad más alta en respuesta a la COVID-19 y cómo se prevé que estos desarrollos continuarán en el futuro.
1. El enfoque de comunicación digital permite mantener seguros a los pacientes y personaliza la atención médica
Con graves interrupciones en la prestación de atención médica y el aumento de la ansiedad entre los pacientes, las comunicaciones efectivas entre estos y los proveedores de salud nunca habían sido tan importantes y desafiantes.
Los proveedores de salud como el Centro Médico de Boston (BMC, por sus siglas en inglés) han utilizado con éxito la participación remota del paciente. En la agitación inicial por la COVID-19, el BMC utilizó mensajes de texto, llamadas de voz y correos electrónicos personalizados y automatizados en cuatro idiomas para hacer llegar mensajes educativos e instructivos específicos y precisos a más de 400 000 de sus pacientes a través de la plataforma Philips Medumo. Los mensajes incluían desde sugerencia para evitar la propagación de la COVID-19 así como recordatorios para ayudar a los pacientes a presentarse a tiempo y prepararse para sus citas virtuales.
electivos, la educación y las instrucciones oportunas seguirán siendo recursos esenciales. Según estudios, con los recordatorios automáticos, se puede lograr una reducción del 42% de los casos de inasistencia de los pacientes a las visitas y una disminución del 67% de los casos de mala preparación del paciente.
2. El ultrasonido portátil lleva el diagnóstico al punto de atención médica
La crisis ha destacado el valor del ultrasonido portátil para llevar los diagnósticos al punto de atención médica.Cuando la COVID-19 atacó por primera vez en la ciudad china de Wuhan, los médicos recurrieron a sistemas de ultrasonido portátiles para evaluar a los pacientes con neumonía aguda grave. En Italia, los médicos siguieron su ejemplo en la búsqueda desesperada de métodos para evaluar rápidamente a los pacientes en riesgo de sufrir insuficiencia respiratoria.
En respuesta a las nuevas y repentinas necesidades, Philips recibió recientemente la primera autorización del sector que emite la FDA para el uso de nuestra cartera de ultrasonidos, incluidos los ultrasonidos portátiles Lumify, a fin de responder ante complicaciones pulmonares y cardíacas relacionadas con la COVID-19.
Mediante la toma de imágenes de los pacientes con COVID-19 en el punto de atención médica, los médicos pueden realizar el diagnóstico correspondiente y supervisar la evolución de las afecciones asociadas sin tener que trasladar a los pacientes al hospital, reduciendo el riesgo de transmisión del virus. Las imágenes se pueden transferir automáticamente al registro médico electrónico para hacer un seguimiento de los pacientes durante todo su tratamiento.
Se espera una mayor demanda de ultrasonidos portátiles durante y después de la COVID-19, a medida que las capacidades de diagnóstico básicas se desplacen a nuevos sitios de atención médica más cercanos al paciente.
3. Los ajustes preestablecidos y protocolos estandarizados ayudan a que el diagnóstico sea preciso desde el primer momento
Debido a que los profesionales de la salud enfrentan una amenaza inédita a causa de la COVID-19, el hecho de contar con el equipo de diagnóstico adecuado en el lugar correcto es solo una parte de la solución. También es muy importante que el equipo sea rápido y fácil de usar, incluso para los usuarios menos experimentados, a fin de que los resultados se mantengan precisos en las circunstancias más estresantes.
Por ejemplo, con el objetivo de asistir al personal de radiología en la rápida ejecución de exámenes de TC, desarrollamos protocolos de radiografía de tórax para presuntos pacientes con COVID-19. Dado que el personal a veces se reduce a un técnico para poder minimizar el riesgo de exposición a la COVID-19, es importante tener a mano un protocolo claro y fácil de seguir que permita obtener una buena calidad de imagen en los diagnósticos desde el primer momento o realizar un seguimiento confiable de la enfermedad a lo largo del tiempo.
Estamos trabajando con socios clínicos de todo el mundo para adaptar y agilizar los protocolos en Resonancia Magnética. Al incorporar una técnica de aceleración que acorta los exámenes de RM en hasta un 50%, los departamentos de radiología pueden escanear a más pacientesy aliviar parte de la carga para el personal que debe hacer frente a los nuevos estándares de cuidado y desinfección relacionados con la COVID.
4. Aumentos de lecturas remotas por imágenes y colaboración virtual en tiempo real
Uno de los grandes cambios que generó la COVID-19 es que, de pronto, muchos radiólogos, cardiólogos y oncólogos se vieron obligados a trabajar desde casa, lo que creó una necesidad sin precedentes de contar con estaciones de trabajo PACS en el hogar y soluciones informáticas clínicas seguras que les permitan leer imágenes de forma remota.
Una encuesta reciente a radiólogos indicó que más de la mitad de ellos observó suficientes beneficios en sus flujos de trabajo actuales como para considerar el uso de esta tecnología después de la COVID-19, mientras que el 65 % indicó una reducción en los niveles de estrés. Es una señal clara de que el uso de lecturas remotas podría ser un cambio definitivo.
Como uno de los primeros pioneros en la transformación digital en patología vemos un aumento similar en la revisión remota de casos patológicos, con el apoyo de organismos reguladores que adaptaron la regulación a raíz de la pandemia. Antes de la COVID-19, los laboratorios de patología que digitalizaban sus flujos de trabajo en diferentes sitios ya informaban una mayor colaboración y aumentos de la productividad de hasta un 21%.
5. La coordinación central es esencial para adaptarse a los cambios en la demanda y capacidad
A medida que se afianzan las formas distribuidas de trabajo, la coordinación central será la pieza clave para la adaptación dinámica a los cambios en la demanda, la capacidad y las condiciones clínicas en todos los sitios, tanto para pacientes internos como externos.
En los últimos años, los centros de mando centralizados ya empezaron a tener protagonismo en la atención médica. En ellos se integran datos de varios sitios para orientar la toma de decisiones clínicas y operativas en tiempo real. En el ámbito de la asistencia médica, la crisis de la COVID-19 aumentó aún más la necesidad de implementar un sistema de coordinación central. Durante la crisis, hemos visto surgir a equipos de gestión clínica y operativa que trabajan en estrecha colaboración para responder a las incertidumbres de una manera muy ágil. Estos equipos ad hoc evolucionarán hacia centros de mando establecidos (virtuales) para coordinar los servicios de diagnóstico. El personal permanecerá distribuido entre los distintos sitios. Sin embargo, todos los datos relevantes estarán en un solo lugar para que el análisis y la toma de decisiones se realicen en tiempo real.
6. La interoperabilidad y el intercambio de datos de pacientes son mucho más esenciales que antes
En lo que respecta al uso compartido de datos, la COVID-19 también ha representado un reto para los proveedores de servicios de salud en otro aspecto.
Abrumados por la rápida propagación del virus y la limitada capacidad de la UCI, los hospitales de muchos países debieron trasladar a los pacientes a instituciones externas. Esto creó una necesidad inmediata de compartir información médica de manera segura y sin interrupciones sin poner en riesgo la privacidad del paciente. En marzo, Philips trabajó junto al gobierno holandés y dos hospitales líderes a fin de crear un portal en línea que conectara al 95 % de todos los hospitales holandeses para realizar el intercambio digital de datos de pacientes de COVID-19
Es vital que aprendamos de esta crisis para poder avanzar en una agenda de mayor interoperabilidad e intercambio de datos de los pacientes sin poner en riesgo su privacidad. En la investigación realizada del Philips Future Health Index este año, casi dos tercios de los profesionales de la salud más jóvenes dijeron que cuando se comparten restricciones, los datos digitales de los pacientes suelen estar incompletos. Indicaron que la mejora de la interoperabilidad entre plataformas es una de las principales oportunidades para asegurar que los datos digitales de los pacientes se utilicen en todo su potencial.
7. La inteligencia artificial permite convertir los datos en información significativa e instantánea
Tener a mano todos los datos relevantes del paciente ayuda en gran medida a realizar un diagnóstico preciso que permita tomar las decisiones correctas con respecto al tratamiento en el momento correcto, pero el uso de estos datos sin un sistema de inteligencia podría dejar a los profesionales de la salud aún más abrumados.
En un esfuerzo por acelerar el diagnóstico de la COVID-19, los investigadores de todo el mundo están experimentando inteligencia artificial (IA). En China, Philips se asoció con Shukun Technology para implementar conjuntamente un algoritmo de IA que puede caracterizar rápidamente las regiones afectadas de los pulmones mediante TC de tórax. Esto permite asistir al radiólogo, ya que genera un informe a partir de la exploración en un lapso de 30 a 120 segundos. El algoritmo de IA, utilizado por más de 20 hospitales de China en más de 20 000 casos de pacientes, también puede ayudar a analizar las exploraciones de pacientes a lo largo del tiempo, lo que permite que los médicos supervisen la evolución de la enfermedad y decidir el alta del paciente después de un tratamiento con buenos resultados.
Sin embargo, el valor que tiene la IA en el diagnóstico de precisión va más allá del análisis de imágenes. En mi opinión, lo importante de la IA es que amplía el espectro de posibilidades para el radiólogo, el tecnólogo y el médico en cada momento del proceso de diagnóstico. A corto plazo, estimo una gran posibilidad de que la IA acelere la planificación, la exploración y el procesamiento de los exámenes. Esto será esencial para evitar que se acumulen procedimientos electivos y reducir así los tiempos de espera para los pacientes que están ansiosos por reprogramar sus exámenes de imagenología.
Un momento decisivo para reinventar la atención médica
Por supuesto, lograr un diagnóstico de precisión no es más que un hito en el recorrido de un paciente por el sistema de salud. Mis colegas de Philips también han explicado cómo la situación de la COVID-19 está acelerando la innovación en la terapia guiada por imágenes y la atención conectada, ya que se implementan nuevas formas de asistir a los cuidadores y pacientes desde el hospital hasta el hogar en todo el proceso de atención médica, siempre sobre la base de plataformas digitales interoperables.
Esto demuestra que la pandemia representó un gran detonante en la transformación digital de la atención médica y unió a profesionales de la salud, científicos y expertos en TI para pasar de la necesidad a la invención.
Por Kees Wesdorp, es Líder de negocios de Diagnóstico de Precisión en Philips.