Uno de los grandes mitos respecto a las cámaras de los teléfonos es que más megapixeles (MP) siempre es mejor. Probablemente este mito se vio alimentado por la competencia de mercado en la cual muchos fabricantes ponían en cada nuevo teléfono más megapixeles, lo cual también estaba relacionado a una mayor calidad fotográfica. Y aunque los megapixeles sí pueden influir de cierta manera en la calidad de la fotografía, no son el elemento fundamental para decir que un teléfono hace buenas fotos gracias a esta cualidad.
Una cámara de 108MP no es necesariamente mejor que una de 12MP, pues en este caso los MP están relacionados con el tamaño de la imagen y la calidad de detalle en los pixeles al aplicar zoom o imprimirla en un formato poco tradicional, por ejemplo, en una revista o un cartel publicitario. Pero para verla en la pantalla del teléfono o en un marco de tamaño normal para la casa, es difícil notar la diferencia entre una foto de 200MP y una de 12MP realizadas con el mismo teléfono.
Si los megapixeles no hacen la diferencia en la calidad fotográfica, entonces, ¿qué influye que un teléfono pueda hacer mejores fotografías que otro? La respuesta podría decirse que se fundamenta en 4 pilares que son: sistema óptico, la estructura mecánica, la tecnología de imagen y el procesamiento de imágenes. Es por eso que hablar de una buena cámara contempla mucho más que solo los megapixeles, hay que tener en cuenta una combinación tanto de hardware como de software.
Armonía entre hardware y software
La parte del hardware es todo lo relacionado con el sensor y la óptica, mientras que la del software es todo lo que tiene que ver con el procesamiento de imagen. Sin embargo, es importante que los fabricantes logren un buen equilibrio entre ambos elementos, pues de poco sirve tener un poderoso hardware si el software no está a la altura, o viceversa.
En el caso de Huawei, la firma lleva años siendo una de las marcas líderes en fotografía móvil, y nunca ha lanzado un teléfono premium con una cámara de 108MP, el secreto había estado en combinar una buena óptica con un excelente procesamiento de imagen, por ejemplo, el HUAWEI Mate 50 Pro, que es uno de los mejores teléfonos del mundo en lo que respecta a fotografía móvil (según el ranking de DxOMark) utiliza una nueva tecnología llamada HUAWEI XMAGE, la cual ofrece un procesamiento de imagen revolucionario en conjunto con un sistema óptico y estructura mecánica innovadores para smartphones.
Dentro de los parámetros más sencillos para comenzar a identificar lo buena que puede ser la cámara de un teléfono comienza por la apertura focal del sensor, la cual es la encargada de recoger la luz del sensor, pues entre más luz capta el sensor mejor es el resultado que puede lograr, sobre todo en entornos complicados como la fotografía nocturna. La apertura focal siempre está representada por una F en combinación con un número, entre menor es el número mayor es la apertura, y por ende significa que el sensor puede recoger más luz. Por ejemplo, F/1.4 es mejor que F/4.0, al menos en lo que respecta a la entrada de luz.
Fotografía nocturna capturada con el HUAWEI Mate 50 Pro
Por otro lado, la apertura también juega un papel fundamental en la profundidad de campo, un elemento que ha tomado más relevancia en los últimos años con las famosas fotografías con efecto bokeh, o aquellas en donde el fondo está desenfocado, destacando al sujeto en primer plano y dando un aspecto más artístico a la fotografía en general. Una apertura más grande se logra reducir la distancia entre el punto de enfoque y el resto del plano, mientras que una apertura más pequeña puede enfocar más cosas en un mismo plano sin tener problemas de desenfoque, lo que la vuelve ideal para fotografías de paisajes, edificios y grupos de personas.
Dicho esto, es común que veas que el sensor principal en el módulo de cámara de un smartphone tenga una apertura focal grande, y que sea el telefoto o el Ultra Gran Angular el que tenga la apertura focal más pequeña, el problema es que casi siempre estos sensores tienen tamaños y ópticas diferentes, lo cual también influye en que el resultado fotográfico sea diferente.
Para solucionar este problema y entregar una calidad de imagen uniforme, el HUAWEI Mate 50 Pro cuenta con la primera cámara del mundo con una apertura variable de F/1.4 a F/4.0. Esto permite que el mismo sensor principal sea ideal tanto para fotografías nocturnas, con efecto bokeh, o de paisajes.
La parte del software en todo esto es realmente el procesamiento de imagen, qué básicamente significa a las decisiones que toma el “teléfono” para mejorar la imagen, esto desde una foto en modo bokeh, una a contraluz, o una en condiciones de baja iluminación.
Y es que el procesamiento de imagen no depende únicamente de poner un poco de algoritmos por aquí y por allá, sino también de contar un buen ISP (Image Signal Processor) que es el encargado del enfoque automático, balance de blancos automático, los algoritmos de interpolación de color o la corrección de aberraciones geométricas.
Poniendo como ejemplo nuevamente la importancia de combinar armoniosamente el hardware y el software basta con ver los resultados del HUAWEI Mate 50 Pro en cuanto a la fotografía en modo retrato, que combinando la apertura variable y el desenfoque a nivel óptico da como resultado un desenfoque natural que es capaz de definir con precisión el recorte en zonas altamente complejas, como el borde del cabello de una persona, o una delgada cuerda que cuelga de una campana. De hecho, DxOMark asegura que las fotos en modo retrato tomadas con el Mate 50 Pro son difíciles de distinguir en comparación con las que puede obtener una cámara réflex, algo que hasta el momento ningún otro teléfono del mundo ha podido lograr.
Fotografía en modo retrato tomada con el HUAWEI Mate 50 Pro
Si bien es cierto que una buena foto también depende de elementos como el Estabilizador Óptico de imagen (OIS), el HDR o el zoom óptico, estos son elementos que están prácticamente presentes en la todos los teléfonos de gama alta y premium.
Sin embargo, otro elemento que hace una diferencia importante es la configuración del sensor, donde la mayoría de las cámaras de los teléfonos son RGB, mientras que en teléfonos de la serie P, Mate y nova se usa un sensor RYYB, es decir, se sustituyen los pixeles verdes del sensor fotosensible por superpixeles amarillos, permitiendo que el sensor capture más luz, y nuevamente, un sensor que captura más luz podrá ofrecer mejores resultados tanto de día como de noche, sobre todo cuando se combina con un excelente procesamiento de imagen.
Dónde comprar el HUAWEI Mate 50 Pro
El HUAWEI Mate 50 Pro SE está disponible en la Huawei Experiencie Store y en la tienda oficial de Huawei en línea a un precio de $26,999 MXN para su edición en Vegan Leather, o a un precio de $22,999 MXN para sus ediciones en Black y Silver.