Transparencia versus corrupción, a través la blockchain

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La tecnología blockchain y demás aplicaciones relacionadas ofrecen una gran ventana de oportunidad para establecer herramientas de seguimiento, control y verificación de prácticamente cualquier proceso en el que se encuentre involucrado el sector público. Justamente, por sus características intrínsecas, esta tecnología resuelve problemas eminentemente de confianza, ya que la inmutabilidad y trazabilidad de la información que queda asentada en la blockchain la convierten en una excelente herramienta para almacenar información histórica.

Los conceptos de seguridad e inmutabilidad están muy relacionados a dos variables: el nivel de descentralización que tenga el protocolo y si es público. Si estas dos variables se cumplen, el nivel de inmutabilidad y seguridad estará más garantizado.

Los smart contracts son herramientas tecnológicas basadas en algoritmos informáticos que no poseen sesgo alguno y que funcionan muy bien para resolver problemas basados en reglas matemáticas y lógicas. Entonces, considerando que en una plataforma que se encuentre implementada sobre tecnología blockchain e integrada con smart contracts cualquier regla podría ser programada y parametrizada, en consecuencia, técnicamente es viable implementar smart contracts para lograr más transparencia en cualquier acción estatal o gubernamental. Hay varios ejemplos en los que se contribuiría a mitigar la corrupción, como es el caso de los procesos licitatorios o de contrataciones públicas, en la generación y gestión del presupuesto público, en procesos electorales, en la gestión de registros públicos, en la planificación y ejecución de políticas públicas, entre otros.

En algunos países de Latinoamérica hemos visto ciertas iniciativas para implementar plataformas sobre tecnología blockchain y otras tecnologías emergentes que propenden a profundizar la transparencia en el ejercicio del gobierno. No obstante, aún hay un camino muy largo por recorrer en cuanto a la disposición que muchos gobiernos muestran en el presente para ceder control sobre ciertos medios y procesos.

El impulso hacia 2023: entre regulaciones y descentralización

Ahora bien, los ciudadanos debemos procurar impulsar y exigir a los reguladores y planificadores de políticas públicas para que cada vez más se tienda a implementar herramientas tecnológicas que garanticen mayor efectividad en la ejecución de las acciones de gobierno y mejores índices de transparencia en la gestión. Es un reto en construcción. Líderes de opinión lo ejercen periódicamente, como es el caso de Vitalik Buterin que siempre ha contribuido a difundir pública y masivamente el impacto que pueden tener las tecnologías emergentes (como es el caso de la blockchain) en la consolidación de los sistemas democráticos y de la libertad de las personas.

Al respecto, Leo Elduayen, CEO de Koibanx, agrega: “el mundo cripto va a terminar con dos opciones: por un lado estarán los exchanges descentralizados, las wallets non custodials y las soluciones Defi, donde hay un usuario conocedor que tiene un total control. Y por otro, estarán los usuarios masivos que optarán por recurrir a instituciones financieras reguladas quiénes integrarán a las cripto y contarán con el respaldo del regulador. Y, aunque parezca mentira, será este sector el que va a terminar generando el espacio para la adopción masiva de cripto. Lo cierto es que no podemos tener más exchanges como FTX o Celsius, centralizados, no regulados, con malas prácticas donde la gente les entrega el control, les da su dinero y ellos hacen lo que quieren sin ningún tipo de regulación”.

Por Tulio Núñez, General Counsel de Koibanx – compañía líder en tokenización financiera utilizando tecnología blockchain – 

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