Las circunstancias del 2020 dejaron un aprendizaje constructivo para el sector empresarial y sus métodos de pago que ofrecen. La mayoría de lasindustrias se vieron en la necesidad de responder a una crisis que no estaba en el radar, y reforzaron su capacidad de reacción al hacer de la flexibilidad, la adaptabilidad y la autosuficiencia sus pilares fundamentales de negocio.
2021 se aproxima con distintos retos para las compañías. Sin duda, el más importante será el nivel de madurez que muestren para transitar hacia una transformación digital. De hecho, el año de la pandemia multiplicó el compromiso de las empresas por mejorar las experiencias digitales de pago para sus clientes.
“Estamos en el primer capítulo de lo que se conoce como economía inteligente”, mencionó Sergio Villarruel, Director Comercial y Marketing en Fiserv México, empresa líder en el procesamiento de pagos. “Este nuevo panorama promete que las empresas serán más productivas y brindarán a los consumidores formas de interacción de aceptación de tarjetas más eficientes”, agregó.
Ahora las empresas usan tecnología para sustituir servicios que antes se realizaban cara a cara. Dicho de otra manera, los cambios estratégicos que trajo consigo la “nueva normalidad” ya no serán opcionales, sino una necesidad en sí misma para la gestión de recursos digitales como referente de competitividad en formas de cobrar y aceptación de dinero electrónico.
Villarruel destaca que la digitalización no cambia el enfoque comercial de una empresa, sino que lo impulsa para lograr sus objetivos comerciales. También recomienda estar atentos a las tendencias tecnológicas, en especial a las que tengan que ver con transacciones financieras para enfrentar el nuevo panorama que dicta la pandemia por Covid-19.
En virtud de ello, firmas como Fiserv destinan sus esfuerzos en brindar tecnología de última generación para cualquier giro comercial. Su servicio omnicanal integra distintas soluciones de pago que se focalizan en hacer que los negocios se digitalicen con más facilidad y se desarrollen más rápidamente, sin importar a la industria a la que pertenezcan y así hacer posible el incremento de clientes y ventas.
Digitalizarse o morir
De diciembre de 2019 a julio de 2020, el promedio de servicios y productos digitalizados a nivel mundial pasó de 35% a 55%, de acuerdo a datos de la consultoría estratégica global McKinsey & Company.
En el año venidero, las empresas tendrán que crear, innovar, y colaborar a un ritmo nunca antes imaginado. Dado el orden natural del mercado y lo que dicta el actual clima económico, la norma será modernizarse. Un claro enfoque táctico de inversión en herramientas y soluciones de pago digitales es un catalizador para afrontar los retos que existen en el mundo y marcar la diferencia para ser competitivos en cada industria.