Estados Unidos cederá control del sistema DNS

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  • El sistema de nombres de Internet sale de la esfera de influencia de Estados Unidos

El sistema de nombres de dominio (DNS, por sus siglas en inglés, Domain Name System) es un sistema de nomenclatura jerárquico descentralizado para dispositivos conectados a redes IP como Internet o una red privada. Este sistema asocia información variada con nombres de dominios asignado a cada uno de los participantes. Su función más importante es “traducir” nombres inteligibles para las personas en identificadores binarios asociados con los equipos conectados a la red, esto con el propósito de poder localizar y direccionar estos equipos mundialmente.

La asignación de nombres a direcciones IP es ciertamente la función más conocida de los protocolos DNS. Por ejemplo, si la dirección IP del sitio Google es 216.58.210.163, la mayoría de la gente llega a este equipo especificando: www.google.es y no la dirección IP. Además de ser más fácil de recordar, el nombre es más fiable. La dirección numérica podría cambiar por muchas razones, sin que tenga que cambiar el nombre tan solo la IP del sitio web.

Y de esto hablamos cuando decimos que el gobierno de este sistema dejará de estar bajo la gobernanza de Estados Unidos, trasladando el DNS a una entidad internacional, algo que facilitará su transparencia.

Esto fue a partir del 1 de octubre de 2016, que era el día en que se había pactado hace 2 años como el día de transición para la cesión del control del DNS (Sistema de Nombres de Dominio) según requería el gobierno federal de los Estados Unidos. La entidad encargada a partir de ahora será la ICANN (la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números), que ya operaba las funciones de la IANA (Autoridad de Números Asignados de Internet) mediante un contrato, que expiraba en esa misma fecha. En los últimos años muchos de estos contratos han ido pasando a manos de entidades sin ánimo de lucro u organismos internacionales, con el fin de promover su transparencia y de garantizar su independencia con respecto a intereses gubernamentales.

La ICANN se creó en 1998 con el fin de hacerse cargo del DNS bajo la supervisión del Departamento de Comercio de EEUU, sustituyendo así al anterior organismo responsable (IANA o Autoridad de Números Asignados de Internet) que llevaba 10 años realizando esa labor supeditado al Departamento de Defensa.

Y aunque este cambio ha generado gran polémica respecto al control sobre las telecomunicaciones que tiene Estados Unidos sobre el resto del mundo, llegando hasta los tribunales donde el republicano Ted Cruz llegó a plantear una propuesta de ley para “evitar que la administración Obama regale Internet a una organización global que permitiría a 160 países tener más influencia en la gestión y operación de Internet”.

Hasta Donald Trump saltó, (cuando no) diciendo que la transición “supondría ceder el control de Internet a las Naciones Unidas y la comunidad Internacional”. Los demócratas tuvieron que responderle: “Los Estados Unidos no controlan Internet. Nunca lo han hecho. La transición protege a la red de los controles autoritarios”.

Veremos como va sucediendo esta polémica y como nos beneficia o perjudica esto a nosotros.

 

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