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Misión Imposible Nación Secreta trae de regreso a Tom Cruise y al director Christopher McQuarrie para entregar una aventura más del agente Ethan Hunt
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Misión Imposible Nación Secreta es vertiginosa y disfrutable de principio a fin, con una calidad incuestionable a pesar de lo delirantemente común de sus intenciones
Sin complicaciones argumentales, mismas variables y personajes pero jactándose de la nula utilización de dobles en las escenas de acción, Misión Imposible Nación Secreta (Mission: Impossible – Rogue Nation, McQuarrie) puede ser más de lo mismo, sin embargo, la entrega número cinco de esta saga resulta favorable debido a lo entretenido de una trama que no ambiciona ir más allá de lo delirantemente familiar y común de sus intenciones.
Tom Cruise vuelve a meterse en la piel de agente Ethan Hunt en un capítulo que refresca a este universo, dándole nuevos bríos que podrán garantizarle un par de episodios extras.
Misión Imposible Nación Secreta arranca con la crisis y disolución de la FMI, dejando a Hunt abandonado a su suerte mientras el “Sindicato”, una red secreta de agentes especiales altamente preparados y entrenados, le siguen los pasos para eliminarlo y así borrar todo rastro que pudiera delatar su existencia ya que buscan crear un nuevo orden mundial mediante una serie de ataques terroristas cada vez más graves.
Hunt, quien también es buscado por la CIA, reunirá a su equipo y hará mancuerna con la doble agente, Ilsa Faust (Rebecca Ferguson) en un intento por frenar los objetivos de esta “Nación Secreta” y de paso, restaurar al FMI.
Misión Imposible Nación Secreta desarrolla sin conflictos una historia que mezcla orgánicamente la acción y el espionaje sin engolosinarse con los efectos especiales, las falsas intrigas o las explosiones, de hecho, la apuesta de su director Christopher McQuarrie está en hacer de Misión Imposible Nación Secreta una película de personajes definidos cuyos conflictos, internos o circunstanciales, determinan su avance.
En este sentido, Misión Imposible Nación Secreta tampoco se embelesa en la figura heroica de Hunt, ahora hay un balance focal del conflicto y una intensión de exaltar el trabajo del equipo, haciendo identificables las personalidades de los compañeros del agente, punto a favor si notamos que rodeando a Tom Cruise (quien dicho sea de paso y por si quedaba alguna duda, está totalmente apropiado de su personaje), están Simon Pegg como Benji y Jeremy Renner como Brandt.
Justificadas y colocadas en los momentos precisos, las escenas de persecución con las que cuenta Misión Imposible Nación Secreta logran rematar los giros de tuerca y los encuentros sorpresivos, al mismo tiempo que son trepidantes y emocionantes en términos de ritmo narrativo.
En la superficie, no hay nada nuevo en el estilo de Misión Imposible Nación Secreta, el detonante siempre será la parte cambiante de esta serie de películas pero resulta gratificante el ensamblaje argumental y visual logrado por McQuarrie para esta entrega el cual nunca decae, manteniendo un ritmo estable e incluso bonachón por la serie de picarescas acciones y diálogos entre los personajes.
Misión Imposible Nación Secreta es potente, vertiginosa y disfrutable de principio a fin, con una calidad incuestionable que la colocan como una de las películas de acción mejor logradas de este verano.
Por: Aurora Alejandra Lomelí Pérez (@alejandraurora)
Mission: Impossible. Rogue Nation – Misión Imposible Nación Secreta
Dirección: Christopher McQuarrie
Guión: Will Staples
Música: Joe Kraemer
Fotografía: Robert Elswit
Actúan: Tom Cruise, Rebecca Ferguson, Sean Harris, Alec Baldwin, Jeremy Renner, Paula Patton, Simon Pegg, Ving Rhames
Fecha de estreno: 30 de julio de 2015