Hace algunos días escuchaba en la radio que Rosie Huntington-Whiteley, la flamante substituta de Megan Fox en la película Transformers, era más adictiva que al cocaína.
Ya saben, según estudios de alguna universidad de algún país, se concluía que las mujeres curvilíneas producían en el sexo masculino, el mismo efecto que las drogas duras. Pero un nuevo estudio en otra universidad y en otro país ha complementado el experimento y le ha agregado cara a la figura.
Resulta que Rosie Huntington-Whiteley fue el sujeto utilizado para este nuevo estudio, y los resultados aseguran que su cara provoca en los hombres un efecto similar al de la cocaína. Durante el experimento se les mostraba a los caballeros, fotos de mujeres para ver sus reacciones. Al parecer su actividad cerebral se disparaba cuando los sujetos veían caras de mujeres guapas.
Según las fuentes que he podido consultar en línea, todos hablan de investigadores de una “prestigiosa universidad norteamericana” como los responsable de tal experimento, pero ninguna la menciona y menos la enlaza. Pero bueno, el citado y dudoso estudio concluyó que una frente prominente y arqueada, ojos grandes, mejillas redondas y la barbilla pequeña estaban entre las características que los hombres encontraron más atractivas y era precisamente la cara aniñada de Rosie Huntington la que provocaba en los hombres un efecto similar al de la cocaína.
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