En un alarde de optimismo y ganar votos, creo yo, el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard se aventó la puntada de decir que los usuarios de Internet y de Redes Sociales definirán la elección presidencial del 2012. A mi entender esa opinión no pasa de ser anecdótica y una declaración de buenas intenciones. Estamos muy lejos de repetir el fenómeno Obama y ya a casi 4 años de distancia ni más ni menos. De ese tamaño es el rezago.
“Para el año 2012 vamos a tener 40 millones de usuarios en el país de internet, las redes sociales y la participación vía el número de usuarios registrados van a definir por primera vez en la historia de México el proceso electoral”
Y no lo creo por diversos motivos, básicamente por que en México no existe una real penetración de Internet como para inclinar la balanza a uno u otro lado. En segundo lugar porque las campañas online están muy mal orientadas, sin una estrategia real detrás. No vamos muy lejos basta ver la campaña de Eruviel Ávila en el Edomex, ha comprado la mayor parte de los espacios disponibles en cuanta página tenga inventario para poner horrendos banners a diestra y siniestra. No hay un vídeo en Youtube que se libre de su imagen. Esto en vez de generar empatia en los usuarios provoca aversión.
Lo que si se puede hacer en Internet es diseñar una estragia muy bien planeada y ejecutada, que escuche, platique con la gente y de que hablar, de este modo podría saltar a los medios tradicionales. Para ello hace falta un candidato que realmente este convencido de Internet no sólo para el marketing electoral, si no que se comprometa a platear una real agenda digital.
Así als cosas una contienda online será interesante sólo si se planetan estrategias reales y fundamentadas. Cualquier agencia que prometa la victoria en base a Internet sin duda estará diciendo sólo lo que el cliente quiere escuchar. El ganador no será aquel que invierta más dinero en Internet, sino el que sepa invertirlo con inteligencia.