Pensamiento ¿raíz del lenguaje?

Me gusta pensar en el pensamiento, porque es lo menos lineal que conozco, es abstracto y su funcionamiento es bastante interesante. Pero, ¿qué es el pensamiento si no se expresa? ¿es sólo un fantasma dentro de cada mente humana?

El lenguaje, desde lo más básico nos ha servido como medio de expresión y posteriormente de comunicación, fonemas, pictogramas, mímica, series signicas, representaciones figurativas, escrituras alfabéticas, hasta algo más complejo como lo son idiomas y lenguas.
Y todo esto nació bajo dos necesidades primordiales para el ser humano; la primera, es la de fijar el pensamiento y la segunda como consecuencia de transmitirlo, de manera que algo que podría ser entendido sólo por la persona que lo imagina es posible a través del conocimiento y reconocimiento, convertirlo en una manifestación con un significado común.

Siguiendo la premisa de que el pensamiento es la raíz del lenguaje, es interesante plantear que el pensamiento en varias ocasiones ocurre sin el lenguaje. A todos nos ha sucedido alguna vez que sentimos o pensamos algo que no podemos expresar con una o más palabras, el amor es un excelente ejemplo para entenderlo, ¿cuántas veces hemos querido expresar a través del lenguaje cuánto o cómo a amamos a una persona y sentimos que nada es suficiente? En esta corriente lingüística esta la llamada “La hipótesis cognitiva”, cuya teoría se resume en el concepto de que el pensamiento está antes que el lenguaje.

Sin embargo, generalmente hemos encontrado que el pensamiento se basa en el lenguaje, es decir, las palabras son el modo en que se codifica un pensamiento y somos capaces de hacerlo común con otras personas que además lo entienden y lo reconocen de una manera similar. En este sentido, para el polémico Noam Chomsky, la acción y el pensamiento dependen de la capacidad lingüística de la persona, por ende, el lenguaje está primero.

Algo importante que se debe tomar en cuenta al hablar de lenguaje es que las palabras adquieren del contexto gran parte de su significado. Por ejemplo; la palabra coger, aquí en México le damos un significado un tanto vulgar o para una acción totalmente distinta en comparación de como es utilizada en España como sinónimo de tomar-agarrar.

A todo esto, ya se imaginarán porque es importante para cualquier diseñador/comunicador entender qué es y cómo funciona el lenguaje.

Básicamente nuestras profesiones están dedicadas a la creación de mensajes para un público meta, pero además en un momento u otro formamos parte de él y nos exponemos a determinados mensajes, así que entendiendo al lenguaje podemos crear mensajes que nos aseguren obtener las respuestas exactas que esperamos de este público, así como también analizar la manera en que están hechos los mensajes que llegan a nosotros o que buscamos por nuestra cuenta, descubriendo la persuasión con la que intentan vendernos un producto o servicio que se complementa con una idea de carga emotiva.

infinity-mandarin

Un día normal de escuela salí a la papelería, pedí las copias que eran la razón de mi visita y cuando bajé la vista al aparador vi un paquete que inevitablemente llamó mi atención, el diseño es innovador para ser una caja de chicles, ciertamente era atractivo, incluso sentí que aludían a una caja de cigarrillos y debido a que no fumo me sentí tentada a comprarlos, les haré promoción y diré la marca; Chiclets Infinity Eternal Mandarin, eran de mandarina y no podía resistirme pero me di cuenta de que la principal razón por la que deseaba tenerlos era el diseño del envase así que me abstuve de hacerlo y decidí no comprarlos.

Este es el poder que nos da conocer el lenguaje, el elegir si compramos cualquier objeto o servicio, estando conscientes de la idea que nos están vendiendo adjunta y tomar la decisión más claramente. Por ejemplo; este vestido me vende la prenda y además la idea de con él seré la mujer más hermosa del mundo, sé que eso no pasará pero aún así elijo comprarlo. Es diferente a cuando compramos ideas banales con ayuda del inconsciente.

Así que ya saben… cuando compren algo piensen en la verdadera razón por la que lo están haciendo y esto no implica que sea correcto o incorrecto comprar sólo porque está “bonito”, sino el hecho de estar consciente del motivo real por el que lo hacemos y no dejarnos llevar por el impulso, al menos no lo podemos permitir cuando somos nosotros los que elaboramos mensajes para determinado público.

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