Es tarde y tuve que ir a dar las calificaciones finales a mis alumnos, por lo que hasta ahora va mi comentario sobre el pobre partido brindado por México en la mañana.
La palabra que mejor refleja mi sentir y el de muchos, se llama desencanto. Hoy, al menos por la mañana no se hablaba de otro tema. México decepciono ante un Portugal con suplentes, obvio, los nuestros iban con todo por una victoria para asegurar el pase a la siguiente ronda, pero se termino vergonzosamente dependiendo del partido entre Angola e Irán.
Se supone que lo mejor que traíamos era la defensa, pero nuestro mejor gallo, Rafa Márquez acuso la presión de ser el líder. Se le vio presionado, impreciso y para colmo cometió dos fallas garrafales que fueron directamente al marcador. De Omarcito Bravo que decir, es nuestra eterna maldición: ¡Putos penaltis!
En fin, rematare esta nota con el lugar más que común cuando nos pasa esto:
“Jugamos como nunca y perdimos como siempre…”