Hace rato escuchaba Estadio W, programa deportivo que me gusta bastante. Estaban hablando de fútbol como es natural y analizando el resultado del partido en el que la súper selección mexicana cayo 2-1 ante Holanda y los exabruptos del técnico nacional Ricardo Lavolpe, el cual en días pasado califico de entupido a Kikin Fonseca y barriendo con periodistas, dirigentes, reporteros, bueno hasta descalifico a Jesús Ramírez, flamante campeón mundial en la categoría sub 17.
Bueno, en realidad quería hablar de otra cosa. Resulta que en ese momento entraron al aire vía telefónica, Luís Miguel Aguilar Camín y Rafael Pérez Gay, director y subdirector de la revista Nexos, a los cuales se les interrogó sobre la relación entre fútbol y política y principalmente si podía el desempeño de México en el mundial influir en las elecciones del día 2 de julio.
La conclusión a la que llegaron, los escritores y los comentaristas fue que no habría una influencia fuerte de los resultados en Alemania y la elección. Quizás un poco de desencanto si México no avanzaba a la siguiente ronda, lo cual podría llevar a que algunos votantes no acudieran a votar, igual si pasaba, la euforia haría que unos cuantos más salieran a las urnas ese día, pero en un número que no tendría mayor influencia en el resultado.
Lo más importante que se dijo en ese programa y que quiero rescatar es que se trata tan sólo de un deporte y que no va el país montado en la selección, si México gana o pierda, no lo hace mejor o peor país como nación. Hay que sufrir y gozar cada encuentro sin apasionamientos. La euforia y las falsas expectativas son creadas fundamentalmente por los medios y por el tremendo negocio que el fútbol representa.
Esperemos que a la selección le vaya bien, si no, no pasa nada.
PD
No es una nota sobre Lavolpe, pero cuando uno oye sus declaraciones parece que no se puede decir una sandez mayor, pero la que sigue es peor que la precedente y así ad infinitum. Para que después diga que lo que dijo, no fue lo que quiso decir, que se le mal interpreto y al final Jorge Campos diga que el reportero de Record manipulo la grabación. ¿Pero que tienen en la cabeza estas gentes?
