He estado aprovechando este tiempo en varios proyectos pendientes. Entre ellos WM (no desesperen, pronto sabrán de que se trata). Un directorio de blogs mexicanos que me esta quebrando la cabeza por el layout. Pana Afrael, help me! El lunes platicamos, vale?
No es casual entonces, que tenga el blog un poco “abandonado”, más bien es un ejercicio de auto análisis y como bien lo menciona Afrael, un acto para desintoxicarme. Como, leo, sueño blogs y francamente ya me estaba molestando.
Seguramente, a más de uno le ha pasado. Empiezas por tener tu blog, la gente suele ir llegando, a cuenta gotas primero, después, según la calidad del blog, en un flujo interminable. A veces dejan comentarios interesantes , otras no tanto. Pero en general este proceso es muy gratificante para el blogger.
Pero un buen día, a saber por que extrañas artes, empieza a llegar gente de lugares inimaginables, cientos, miles a veces. De pronto también, el blogger se ve enlazado de decenas de bitácoras, supongo que considerarán al blogger en cuestión medianamente bueno, sino no, no entendería tal enlace.
Así, de golpe y porrazo el blogger se ve comprometido, lo que empezó siendo un ejercicio de introspección a menudo muy lúdico, se convierte en una puta obligación. Postear para quién? Cómo cuando empezaste por y para ti? Cuando no tenías compromiso con nadie, ya que apenas te leían un puñado de gente? O posteas para esa gente ávida y exigente que cada vez quiere más, mejor y varias veces al día?
Francamente y lo digo con todas las implicaciones que esto pueda traer, el blog me tiene harto. No porque ya no me guste postear, si no porque ha llegado un momento en que este me ha dominado y eso me putea sobremanera (no digo que me toca los cojones porque por ahí se enojan ;). Aquí otro ejemplo, porqué debe importarme lo que piensen de mí los que leen mi espacio? Por qué debo medir mis palabras? Explicadme…
Quiero llegar al punto donde estaba hace tiempo, el de hacer una anotación que me fascine a mi, pensada, meditada y bien estructurada. Corta, larga, no lo sé. No quiero sentir que si no posteo un día, le estoy fallando a alguien. Quiero que ese sentimiento de culpa se evapore. Realmente no quiero quedar bien ni con Dios ni el diablo, solo busco estar en paz con migo mismo.
Por lo anterior, esta falta de continuidad en el blog. Estoy tratando como los alcohólicos, no postear, solo por hoy. Estos días han caído de maravilla para saber que no pasa nada, que el espacio sigue siendo el mismo, ni mejor ni peor, que sigue llegando la gente de costumbre y que no presiona.
En resumen, odio el puto blogging cuando este se apodera de mi. Pero me he dado cuenta de que se puede cambiar y esta situación es relativamente fácil de revertir. Hasta ahora no he sufrido alucinaciones ni han tenido la necesidad de internarme 😉
Sin duda, seguiré bloggeando, es un excelente ejercicio mental y de escritura tremendo.
Y a alguno de ustedes colegas bloggeros, les ha pasado algo similar, o soy el único pendejo de por aquí?