Con la indiscriminada proliferación de colecciones de tipografías en el web y en CDs, es frecuente encontrar que muchos usuarios no tienen ningún inconveniente en instalar hasta más de 1000 tipos en su carpeta “fonts” del sistema. Esto en ocasiones causa conflictos entre aplicaciones, hace inestable su sistema, o de plano no las puede visualizar.
Aunque siempre es mejor utilizar una cantidad limitada de fuentes en la computadora (demasiadas fuentes y sus variantes, podrían no hablar bien de tí como diseñador), en ocasiones es necesario tener un buen catálogo de tipografías listas para usarse.
En esencia las fuentes en realidad son un programa (software) y que existen distintos tipos y niveles (True Type, PostScript, y recientemente OpenType, desarrollado al alimón entre Microsoft y Adobe), por lo que Windows y Mac las tratan de distinta manera, por lo que lo más recomendable en estos casos es usar un gestor de fuentes.
Entre las funciones básicas de un gestor de fuentes se encuentran:
Instalarlas y desinstalarlas
Rasterizar la fuente para una mejor visualización en pantalla y así evitar que se vea el desagradable efecto de pixelado.
Crear grupos de fuentes
Activar o desactivar dichos grupos
Visualizar la tipografía y crear catálogos impresos.
No sobrecargar el sistema con cientos de fonts inutiles.
Existen más prestaciones, pero nos quedaremos en las anteriores.
Para finalizar sólo mencionaremos a dos de los gestores más populares. Suitcase de Extensis, y Adobe Type Manager de Adobe. Ambos son programas de pago y tienen muy buenas prestaciones y son imprescindibles en cualquier Agencia o despacho de diseño que se precie de ser profesional. Aunque siempre es posible descargar Adobe Type Manager light, herramienta gratuita para visualizar e imprimir fuentes PostScript.