El teorema de la parte maldita
La producción ininterrumpida de positividad tiene una consecuencia terrorifica. Si la negatividad engenfra la crisis y la crítica, la positividad hiperbolica engendra, a su vez, la catástrofe, por incapacidad de destilar la crisis y la crítica en dosis homeopáticas. Cualquier estructura que acose, que expulse y exorcize sus elementos negativos corre el peligro de una catástrofe por reversión tota, de la msima manera que cualquier cuerpo biológico que acose y elimine sus gérmenes, sus bácilos, sus parásitos, sus enemigos biológicos, corre el peligro de la metástasis y el cáncer, es decir, de una positividad devoradora de sus propias células, o el peligro viral de ser devorado por sus propios anticuerpos, ahora sin empleo.
Todo lo que expurga su parte maldita firma su propia muerte. Así reza el teorema de la parte maldita…
La transparencia del mal
Jean Baudrillard