El milagroso san Precario

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San Precario es un santo con miles de fieles en el sur de Europa, no por convicción, sino por necesidad y día con día van en aumento. Con gran fervor sus devotos se encomiendan a él. Patrón de los trabajadores a tiempo parcial, de las víctimas de la flexibilidad laboral, de quienes han dejado de ser trabajadores de cuello azul, de los pobres, de los marginados sociales. Estos primeros dos párrafos de su convocatoria común europea: son más elocuentes:

“La precariedad atraviesa hoy las formas de vida y trabajo en Europa. Es su condición estructural principal y más extendida. Oscilando entre la opción y la obligación, la precariedad determina la totalidad de nuestra vida cotidiana.

Los precarios y precarias somos la piedra angular de la producción de riqueza. Y sin embargo somos invisibles y mudos, no se nos tiene en cuenta en las formas de representación política y sindical locales, nacionales o europeas, más que como sujetos pasivos.”

Según he estado leyendo para redactar esta anotación, este movimiento de trabajadores precarios lleva 5 años celebrando el MAYDAY, una fiesta alternativa a los desfiles oficialistas del día del trabajo, que se celebran los días primero de mayo en todo el mundo, para denunciar las condiciones de trabajo desfavorables y que se han venido deteriorando durante los últimos años. Además, hace un juego de palabras de: mayo y día, para evocar el llamado internacional de auxilio en radio frecuencia. Esta fiesta, tiene como finalidad, recuperar el espíritu histórico del 1o de mayo y hacer de este día una jornada que sirva para la conquista de nuevos derechos. El MAYDAY se inicia en las calles de Milán y se ha venido celebrando durante 5 años consecutivos. En su primera edición se reunieron 5 mil personas y en 2004 eran ya, más de 80 mil, sumando a unas 15 mil que se congregaron en Barcelona.

Este año, ya bautizada como Euro MAYDAY, se unieron ciudades como Milán, Londres, Copenhague, Barcelona Helsinki, París, Hamburgo, Sevilla, Estocolmo, Lieja, Palermo, Génova y otras… ¡Uf! Parece que san precario se hace cada vez más popular, y eso que hablamos de Europa. Al parecer, San Precario no es muy conocido aquí en nuestra bendita Latinoamérica, de otro modo tendría millones de seguidores. Bien dicen: santo que no es visto no es adorado. Así que ya lo sabe, señores: préstenos a San Precario, no hay que ser…

Mientras tanto, no esta de más encomendarse San Precario bendito, rezándole su oración:

Oh San Precario
Protector nuestro, de los precarios de la tierra,
danos hoy la maternidad pagada,
protege a los dependientes de las cadenas comerciales,
a los ángeles de los locutorios,
a las cuidadoras migrantes,
a los autónomos pendientes de un hilo.

Danos hoy los días de fiesta y las pensiones,
la renta y los servicios gratuitos.
Sálvanos de lúgubres despidos.

San Precario, tú que nos proteges desde abajo en la red,
ruega por nosotros interinos y cognitarios
y lleva a Pedro, Juan, Pablo y a todos los santos nuestra humilde plegaria.
Acuérdate de las almas de los decaídos contratos.
No te olvides de los torturados por las divinidades paganas,
por el libre mercado y la flexibilidad
que nos rodean de incertidumbres sin futuro ni vivienda,
sin pensiones ni dignidad.

Ilumina de esperanza a los trabajadores en negro.
Dales alegría y gloria.
Por los siglos de los siglos:
¡MAYDAY!

Más información:

Que pague ‘san Precario’.

Punti San Precario.

La rebeldía flexible del trabajo precario.

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