Con el Galaxy S8, la compañía coreana tuvo en un gran evento simultáneo en Londres y Nueva York, todo para presentar su última gran apuesta.
Samsung no reparó en gastos en abarrotar tanta tecnología en el Galaxy S8 y el S8 +. No se puede negar que son móviles bellos y poderosos. Sus “Display infinitos” sólo me hacen babear literalmente. Además, tienen entradas de auriculares (¡Woo-hoo!) Pero, ¿cómo se comparan con los mejores smartphones de primera calidad en el mercado?
Las expectativas son altas y las circunstancias no son las más favorables.
Por un lado, la empresa se ha visto envuelta en el escándalo de corrupción política de Corea del Sur. Su heredero y jefe de facto Lee Jae-yong fue arrestado y está siendo juzgado por sobornar al gobierno (aunque él mantiene que es inocente).
Por otro lado, la nueva apuesta del gigante tecnológico se ve ensombrecida por el escándalo de la explosión de las baterías de los Note 7, que quisieron competir directamente con Apple pero terminaron en fracaso.
Sabemos que velocidades y avances no importan tanto como antes, pero todavía lo hacen en algún nivel. Las dimensiones nos dicen si un teléfono es más fácil de usar con una sola mano y si va a entrar en su bolsillo. Las resoluciones de pantalla nos ayudan a decidir si es bueno el teléfono para ver realidad virtual o no.
La capacidad de la batería nos da una idea de cuánto tiempo vamos a ser capaces de Snapchatear o subir nuestras Historias a cualquiera de las redes sociales que pertenecen a Facebook.
Veamos que trae de nuevo y extraordinario los Galaxy S que son la línea emblemática de la compañía.
La pantalla Infinity tiene una pantalla increíble de extremo a extremo que sobrepasa los lados del teléfono, formando una superficie lisa, continua, sin ángulos ni obstáculos. Es puro vidrio, limpio y sin interrupciones. Y cubre todo el frente del teléfono, fluyendo perfecto hacia la carcasa de aluminio. El resultado es un objeto singular, curvado, perfectamente simétrico. Hay dos modelos: uno de 5,8 y otro de 6,2 pulgadas de diagonal de pantalla.
Samsung es uno de los primeros en fabricar los procesadores fabricados con el proceso de 10nm (la nueva tecnología) y la compañía lo hizo con el Snapdragon 835 de ocho núcleos y con el Exynos 8895 de ocho núcleos, dos procesadores que Samsung mismo fabricó.
Bixby (el nuevo asistente virtual de Samsung) tiene un botón directo, un lector de huellas en la parte trasera y resistencia al agua y el polvo con resistencia clase IP68. Y, al igual que se predecesor, un sistema biométrico que es el muy mencionado escáner de iris. Y no trae botón de inicio, por lo que es pura pantalla.
Jake Saunders, vicepresidente de la empresa de investigación ABI, le dijo a la BBC que pocos dudan que Samsung le haya puesto las pilas a sus ingenieros para garantizar que el nuevo teléfono es absolutamente infalible. Pero no lo tendrá fácil para convencer a la gente.
Las cámaras Galaxy S8 y S8+. La cámara posterior de 12 MP y la frontal de 8MP son tan precisas y rápidas que no perderás un momento, ni de día ni de noche, así que nada espectacular en este rubro. En almacenamiento, Samsung quiere dar un paso más allá con el Galaxy S8, ofreciendo ahora el doble de ese almacenamiento (64GB). El Samsung Galaxy S8 trae la función de carga inalámbrica, sin importar donde lo compres. Aunque el Samsung Galaxy S8 no tiene una pantalla 4K, el celular ya es compatible con este contenido, al menos de manera móvil. Esto permite que la calidad de video que puede ofrecer HDR sea superior a la de otros celulares, ya que los colores logran diferenciarse más, al igual que las áreas brillantes de las oscuras para ofrecer más naturalidad. También tendrá Bluetooth 5.0.
Aún no sabemos precios oficiales pero la distribución internacional comenzará el 21 de abril.