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Dirigida por Veronika Franz y Severin Fiala, bajo la producción del cineasta Ulrich Seidl, Dulces Sueños Mamá es por mucho, la mejor película de terror de este año
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Dulces Sueños Mamá destaca por la solidez y presteza de la dupla de directores para apretar o aflojar la tensión de un relato cargado de pistas y vueltas de tuercas
Dulces Sueños Mamá (Ich seh, Ich seh, 2014) es por mucho, la mejor película de terror del año 2015 gracias a una detallada y sutil trama que tiene en sus protagonistas, un par de hermanos gemelos y su madre, los elementos más eficaces para catapultar al relato a niveles de perturbación insospechadas, donde la enfermiza inocencia de los juegos infantiles son la antesala de un suspenso de lo más siniestro y retorcido.
Dirigida por Veronika Franz y Severin Fiala, bajo la producción del cineasta Ulrich Seidl, Dulces Sueños Mamá presenta a Lukas (Lukas Schwarz) y Elías (Elías Schwarz), dos hermanos gemelos que pasan sus días jugando en la extensa campiña austriaca que rodea su casa mientras esperan el regreso de su madre (Susanne Wuest) tras una operación de cirugía plástica. Pero el día en que ella regresa con la cara completamente vendada, se mostrará fría, distante y obsesiva, cambios que harán que los niños se pregunten si la mujer es realmente su madre o se trata de una impostora.
Dulces Sueños Mamá destaca por la solidez y presteza de la dupla de directores para apretar o aflojar la tensión de un relato cargado de pistas, falsas salidas y revelaciones en los momentos menos esperados. La dulzura del par de hermanos, su complicidad y la quietud de un escenario lujoso y sofisticado en medio de la vegetación, contrastará con una maldad latente, gestada en los pequeños detalles, conversaciones y acciones malsanas de la tercia de personajes.
Destaca en Dulces Sueños Mamá la elección de escenarios y una paleta de colores un tanto a contracorriente de los típicamente genéricos para contar una historia de terror puro, a excepción de la fría tonalidad azulada que crea una atmósfera de inquietante confusión, los directores depurar las sensaciones a partir del minimalismo propio de la lujosa residencia y la violencia pasiva pero progresiva de los protagonistas, que en su lucha por encontrar la verdad llevarán la dinámica a una lucha de poder fatídica.
Es a partir de este momento que Dulces Sueños Mamá convertirá su relato en un elegante thriller psicológico que no necesita del efectismo sonoro o visual para trasmutar en el más sádico y retorcido de los juegos perversos, sin escatimar en la violencia gráfica, que no gratuita, sino totalmente justificada y a tono con la intensidad de la transformación malévola de sus personajes.
Pero en Dulces Sueños Mamá, al igual que sus personajes, la estructura también muta, Franz y Fiala que muestran un elogiable respeto por su historia y por el espectador, trascienden las convenciones del terror sobrenatural para insertar la amenaza en un ambiente familiar patológico, muy en la línea de la monumental Funny Games de Michael Haneke (1997, 2007) y el estilo visual de Ulrich Seidl.
La habilidad y oficio mostrado por los directores en Dulces Sueños Mamá es para destacarse, su sensibilidad para reacomodar los mecanismos propios del género es el principal punto a favor de una historia que parte de una premisa novedosa para contar algo que no es tan nuevo en las películas de terror, por eso, la mayor apuesta de Dulces Sueños Mamá está en su tratamiento, lo concienzudo de su puesta en escena, lo malicioso de su desarrollo y el gran giro de tuerca que llega durante los últimos minutos del filme. Por todo ello y por la destacada actuación de los gemelos Schwarz y Susanne Wuest, hacen de Dulces Sueños Mamá, una de las mejores películas de este año.
Por: Aurora Alejandra Lomelí Pérez (@alejandraurora)
Dulces Sueños Mamá – Ich seh, Ich seh (Goodnight Mommy)
Dirección y Guión: Veronika Franz y Severin Fiala
Fotografía: Martin Gschlacht
Actúan: Susanne, Wuest, Elias Schwarz, Lukas Schwarz
Fecha de estreno: 4 de diciembre de 2015