Tenemos buenas y malas noticias.
La buena noticia: Samsung acaba de lanzar su más fino (y posiblemente más hermoso) teléfono nunca antes visto, el Galaxy A8. La mala noticia: Todavía NO está disponible en cualquier lugar además de China.
El dispositivo de 5,7 pulgadas está hecho de metal resistente, cuerpo de 0,23 pulgadas de espesor. La parte frontal es casi todo pantalla con biseles laterales extremadamente delgados, y es también bastante ligero pesando sólo 0.3 libras. Si esta es la dirección de diseño para futuros smartphones de Samsung – hablamos del Galaxy Note 5 – nos gusta.
Las especificaciones del Galaxy A8 son considerablemente más débiles que el dispositivo más potente de la compañía, el Galaxy S6: Tiene una tarjeta de 8 núcleos, Chip Snapdragon 615, 2 GB de RAM, una pantalla de 1080p y una cámara trasera de 16 megapíxeles (junto con una de 5 megapíxeles para las selfies). Sin embargo, el sensor de huellas digitales y la batería de 3,050mAh lo llevan cerca del buque insignia el S6.
En China, un mercado ávido por este tipo de propuestas, que ya tiene a firmas como Vivo y Oppo con smartphones ultradelgados. De hecho, el Vivo X5 Max tiene el record, con 4,75 milímetros de espesor, al superar al Oppo R5, con 4,85 milímetros.
El teléfono no será barato. Se rumora vía Engadget que el precio es de 3,499 yenes, algo así como $560 dólares.
El dispositivo está disponible sólo para pre-ordenarlo en China. Samsung no meciona alguna disponibilidad próxima en Estados Unidos o el resto del mundo.