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El bromista youtubero Roman Atwood quiso jugarle una ligera broma a su esposa y convirtió su casa en una gigantesca piscina de pelotas multicolores, con brincolín incluido.
Cuando su esposa se fue a trabajar, el bromista Roman Atwood reunió a amigos y familiares para ayudar a descargar unos 250.000 pelotas de plástico en su sala.
Cuando ella regreso se encontró la casa estaba cubierta de diversión con pelotas de plástico multicolores. Lejos de molestarse, su reacción fue: ¡Vamos a jugar!
El vídeo fue suvido hace 4 días y ya lleva casi 13 millones de vistas. Sin duda que el amigo Atwood sabe como viralizar contenido.
Por favor, más bromistas de estás, sin duda el mundo sería un mejor lugar…
Aunque claro, la limpieza del lugar tambien tuvo su chiste, echale un ojo a este detrás de escena: