Es común para mucho pensar que la tecnología y la naturaleza no se lleve, incluso creer que la primera tiende a destruir la segunda, pero en el pueblo Surui, un pueblo nativo del Amazonas, nos enseñan la forma en que sacan provecho al sistema operativo Android, para cuidar y preservar sus bosques.
Un tanto difícil de creer y todo un ejemplo a seguir, son los jóvenes de este pueblo Amazónico. Pueblo que tiene apenas 45 años de haber hecho contacto con el resto del mundo.
Los Surui aprovechan las nuevas tecnologías para preservar sus bosques, acto que forma parte de una tradición milenaria y de su propia existencia.
Esta tribu, valiéndose de Android con Open Data monitorea la deforestación causada por las empresas a través de Google Earth Engine. Realiza cálculos sobre el impacto de cada árbol y la cantidad de bonos de carbono que se puede obtener de cada ejemplar.
Por medio de los dispositivos electrónicos mapean el lugar, con la cantidad de arboles y especies que habitan en el bosque, pudiendo introducir el tipo de árbol y su tamaño para lograr cálculos más exactos sobre la cantidad de bonos de carbono que se pueden obtener y de este modo negociar con los mismos a las empresas.
Esta idea forma parte del programa Reducción de Emisiones Provocadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD+). Este programa es impulsado por la ONU como una forma de controlar el cambio climático.
Los bonos de carbono, para los que no lo saben, son un incentivo para las empresas y forman parte de uno de los tres mecanismos propuestos en el Protocolo de Kioto para la reducción de emisiones causantes del calentamiento global o efecto invernadero.
Un bono de carbono representa el derecho a emitir una tonelada de dióxido de carbono. Es por esto que existe la compra-venta de bonos de carbono, las empresas ganan bonos de carbono al implementar sistemas que mitiguen los daños ambientales y es aquí en donde entra el pueblo Surui. A ellos se les paga por no deforestar y conservar la sostenibilidad del lugar, monitorizando constantemente el bosque.
Una idea con la que el pueblo no solo esta preservando los arboles, también incrementa sus ingresos y ha encontrado una forma diferente de mantener a la comunidad.
Este plan de negocios, según estimaciones, es capaz de recaudar 40 millones de dólares. Según la cotización en el mercado actual de cinco dólares por tonelada de carbono no emitido.
De modo que en los próximos 30 años, El pueblo Surui podría acumular ocho millones de dióxido de carbono por deforestación evitada.
Un negocio bastante interesante, que seguramente no tardara en llegar a otros pueblos. Al menos sería una forma de preservar tanto a las culturas como al medio ambiente.
vía: veoverde