Nos remontamos hasta 1725 con las tarjetas perforadas, pasando por los cassetes, los famosos CD-R y llegando finalmente hasta el almacenamiento en la nube.
Con esto nos damos cuenta de que los requerimientos de espacio y deposito de datos han crecido a la par de nuestras necesidades y en sus momento, cada uno de estos dispositivos de almacenamiento ha tenido gran participación en nuestras vidas.
Yo en lo personal, apenas recuerdo los Disquete de 3 ½, que si con dificultades llegaban al MB, para mi, en aquellos tiempos, eran una maravilla.
Lo vimos en mashable.com