Este 20 de junio se celebra el Yellow Day, considerado como “el día más feliz del año” de acuerdo con factores como el clima agradable, la llegada de las vacaciones de verano o más horas de luz, que nos dan un mejor ánimo gracias al incremento en el cuerpo de ciertas hormonas (cortisol, serotonina y melatonina). Es todo lo contrario al Blue Monday, el día más triste del año según especialistas, que ocurre cada tercer lunes de enero. En este contexto, no es de sorprender que aumente nuestra socialización con amigos y familiares, en el mundo digital y en la vida real.
Partiendo de esta celebración, vale la pena preguntarse: ¿Qué tan felices pueden hacernos en verdad las redes sociales? Mucho se ha discutido sobre los aspectos psicológicos negativos del uso de estas plataformas en algunas personas vulnerables, como pueden ser el aislamiento, depresión y ansiedad. Sin embargo, es justo y necesario ver la otra cara de la moneda, ya que también nos acercan a quienes queremos y nos ayudan a encontrar personas con gustos similares a los nuestros, entre otras ventajas.
Cuando usamos las redes sociales, y más si recibimos likes o comentarios positivos de lo que posteamos, se estimula en nosotros la dopamina, un neurotransmisor conocido popularmente como “la hormona de la felicidad”, y que es clave en otras actividades como el ejercicio, el sexo o escuchar música. Por ello, es fácil desarrollar una especie de “adicción” a TikTok, Instagram o Facebook, espacios que conscientemente están diseñados para que sean atractivos y queramos volver, en una dinámica de inmediatez donde cada segundo cuenta para consumir la mayor cantidad de contenidos posible, y que dependiendo de los temas de interés particulares descubrimos perfiles de creadores de contenido a los que es fácil rendirles lealtad. Esta dopamina puede ser impulsada aún más si obtenemos recompensas exclusivas de nuestros creadores favoritos.
¿Cómo los creadores de contenido pueden influir en nuestra felicidad?
De acuerdo con Moris Alhale, CEO de Snapmuse.io, una plataforma web 3.0 que reúne a influencers, seguidores y coleccionistas mediante interacciones donde todos ganan y que están basadas en un valor real, existen por lo menos cuatro maneras con las cuáles los contenidos de los influencers pueden promover la felicidad de sus seguidores:
- Contenido positivo: La generación de contenido alegre, divertido o inspirador puede mejorar el estado de ánimo de los fans; y según un estudio de la Universidad de Pennsylvania, los mensajes positivos tienden a ser más compartidos en las redes sociales que los negativos o neutros.
- Comunidad: Los influencers tienen un alto potencial para construir comunidades en torno a sus canales, creando un sentido de pertenencia con fans que compartan los mismos gustos. Estas comunidades pueden ser puntos de apoyo, conexión y empatía, lo que suele aumentar la felicidad de los seguidores.
- Educación: Debido a que el aprendizaje y los tips para lograr una mejora personal pueden ser una fuente importante de felicidad para muchas personas, los creadores de contenido suelen dar conocimientos valiosos a sus fans en muchos temas de interés, como belleza y moda, recetas de cocina saludable y hasta consejos de bienestar físico y mental.
- Autocuidado: Una de las constantes de los creadores más alegres es su manera de animar o recordar a las personas que es importante tomarse un tiempo para sí mismas, dejando todo lo externo para relajarse, descansar y hacer las cosas que realmente disfrutan. Esos valiosos momentos para apapacharse pueden ayudar a las personas a mantener un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, contribuyendo a su felicidad.
“En Snapmuse.io creemos que las relaciones entre los creadores de contenido y sus comunidades son un win-win y van más allá de los “likes” o alguna respuesta a los comentarios. Éstas limitadas interacciones son un incentivo para ser feliz, pero no son suficientes. Creemos que las redes sociales pueden dar a la gente aún más felicidad, si pueden interactuar más y crear comunidades valiosas juntos. En Snapmuse.io queremos que ambas partes sean felices”
-Moris Alhale.
Otro aspecto que puede jugar a favor de las personas que utilizan estas plataformas, son los sistemas de recompensas, que pueden ayudarnos a sentirnos bien y ser más felices. Desde el aspecto psicológico estas mejoran nuestra autoestima, perfeccionan las relaciones interpersonales y hacen que nos sintamos más cómodos en los espacios físicos y digitales. Estos son utilizados en diferentes campos como el aprendizaje, el trabajo y las plataformas digitales, en estas últimas existe un mayor impacto si vienen de nuestros influencers favoritos.
En conclusión, si bien los creadores unen a las personas, es tarea de todos crear comunidades felices y saludables tanto en el ámbito digital como en el mundo real, sin olvidar que la responsabilidad principal de cuidarlas recae en cada individuo. Las redes sociales y los contenidos digitales son sólo un aspecto de una vida sana y equilibrada.