Luego de seis meses de declararse la emergencia sanitaria por la pandemia provocada por el virus Covid-19 en México, las organizaciones han tenido que adaptarse y llevar a cabo medidas preventivas y restrictivas para evitar contagios anteponiendo la salud y tranquilidad de sus colaboradores.
El cambio más significativo fue el implementar el trabajo a distancia o home office, un método que permitió dar continuidad a sus operaciones mediante el uso de las diferentes herramientas tecnológicas que nos ofrece el entorno actual.
Ante este escenario, se dio aconocer el estudio “Hábitos en las Videollamadas”, elaborado por La Asociación de Internet MX en conjunto con OCCMundial, con el objetivo dar a conocer la manera como se ha modificado el uso de esta herramienta antes y después del Covid-19. Teniendo como dato más revelador el que actualmente 9 de cada 10 encuestados utilizan las videollamadas con fines estrictamente laborales.
Respecto al período previo a la pandemia más del 50% de los encuestados referían que las videollamadas no eran utilizadas con frecuencia en su trabajo. Sin embargo, posterior a la implementación del distanciamiento social el uso se incrementó de manera considerable a 9 de cada 10 encuestados, confirmando su relevancia como herramienta imprescindible para mantener el funcionamiento operativo de las empresas.
Otro aspecto revelador de este informe es la elección entre los mexicanos de la plataforma de conexión, siendo las más populares Zoom seguido de Google Meet, Microsoft Teams, Skype, WhatsApp, Webex y GotoMeeting. Además de que el promedio de videollamadas con fines laborales es de tres a la semana, aunque en niveles de mayor rango esto puede llegar a incrementarse hasta una sesión diaria, teniendo en ambos casos una duración promedio de entre 45 y 60 minutos.
El entorno de trabajo también se ha modificado, actualmente entre el 70 y 80% de los trabajadores han tenido que realizar modificaciones en su hogar para definir un espacio exclusivo de trabajo en el que puedan llevar a cabo las videollamadas. Esto incluye un espacio con mejor audio, mejor recepción de la señal de internet y en el que se reduzca al máximo las interrupciones propias del hogar.
Un aspecto que llama la atención es sobre el uso de videocámaras durante las sesiones, y es que los cientos de videos virales con “incidentes” que se han presentado durante videollamadas alrededor del mundo, han hecho de la cámara un elemento necesario pero que requiere mucha atención. Aunque sólo 3 de cada 10 encuestados encienden su cámara por obligación, existen otros sectores que lo consideran parte de buen comportamiento social o como una herramienta de interacción que sustituye al relacionamiento físico.
El regreso a la nueva normalidad y el consecuente cumplimiento de protocolos de seguridad en materia de salud ha obligado a muchas empresas a establecer estrategias de distanciamiento; por lo que el home officepermanecerá como una actividad fija para determinados grupos de riesgo, o bien, como opción para disminuir la presencia de personas en espacios reducidos.
Por ende, la videollamada se mantendrá como una herramienta fundamental de comunicación, sin embargo, es importante que las organizaciones tomen en cuenta las opiniones de sus colaboradores para trasmitir seguridad y confianza en la comunicación a través de esta herramienta, convirtiéndola en una pieza clave para mantener una relación cercana y abierta durante la operación laboral.
Para realizar este estudió se aplicó una encuesta en línea a nivel nacional, entre el 12 de agosto y 18 de septiembre a 721 usuarios de videollamadas.
- El 61% son hombres y 39% son mujeres.
- El 35% de los encuestados tiene entre 30 y 39 años; 27% de 40 a 49 años; 13% de 25 a 29 años; 21% tiene 50 años o más y 4% de 18 a 24 años.
- En cuanto a lugar de residencia, 57% radica en la región centro del país, 18% en Bajío, 19% en el norte y 6% en el sur.
- Del total de la muestra, 58% tiene hijos y 61% tiene mascotas.