Un 11 de diciembre de 1972, cuando los astronautas del Apolo 17, Eugene Cernan y Harrison Schmitt alunizaron, en la que sería séptima y última visita del hombre a la Luna.
A 45 años de esa histórica hazaña en la que un humano pisó la Luna por última vez, Donald Trump, el presidente de EE. UU, instó hoy a la NASA a “soñar en grande” y establecer “una base” en el satélite como paso previo para llegar en la primera misión tripulada a Marte.
En una ceremonia en la Casa Blanca Trump mencionó:
“Esta vez no solo colocarán la bandera y dejarán su huella en la Luna, sino que también establecerán una base para un eventual viaje a Marte, y quizá, algún día, a muchos mundos más allá”,
Trump también firmó la primera directiva de política espacial de su administración en una ceremonia en la Casa Blanca en la que autorizará formalmente a la NASA a enviar astronautas estadounidenses a la Luna y “en algún momento a Marte”..
El presidente estadounidense podrá ser muy arrebatado, pero al menos en está ocasión estoy de acuerdo con él, si los seres humanos no pueden colonizar la luna, mucho menos el planeta “rojo”.