Las pinturas suelen recubrirse con barniz para ayudar a preservarlas y protegerlas de los elementos, pero con el tiempo el barniz se torna amarillento. Luego de algunos siglos resulta en un color menos atractivo, así cuando una pintura se vuelve poco estética será necesario eliminar el barniz viejo y volver a aplicarlo.
El historiador, vendedor de arte y anfitrión del ‘Fake or Fortune’, Philip Mold, publicó un video en Twitter que muestra lo dramático que puede llegar a ser esta transformación. El video muestra una pintura al óleo al que se le realizan trabajos de conservación, en cuestión de segundos, se eliminan 200 años de barniz amarillento para revelar una bella y nítida pintura.
A remarkable Jacobean re-emergence after 200 years of yellowing varnish 1/2 pic.twitter.com/yBGNGDcNd7
— Philip Mould (@philipmould) 6 de noviembre de 2017
Hay una variedad de técnicas de restauración, pero no es infrecuente eliminar y volver a aplicar el barniz, cuando gradualmente vemos lo que aparece debajo de la amarillernta pátina, queda claro por qué lo hacen. Mould no ha compartido los secretos del método que está utilizando. No importa el método empleeadose necesita una gran pericia para eliminar el barniz y no tener ningún impacto en la pintura y el lienzo.
Aunque no hemos podido ver el resultado final de la restauración, Mould ya dicho que lo colgará en Twitter una vez este completo. Mientras eso sucede, a continuación es dejamos el cuadro de la ‘mujer en rojo’ antes de ser limpiada.
In response to those wanting sight of the uncleaned image of the #womaninred. All we know is she is 36 and it was painted 1618 (inscription) pic.twitter.com/3k8GYxvyJK
— Philip Mould (@philipmould) 7 de noviembre de 2017
En un tuit posterior dio algunos detalles adicionales sobre la pintura, aclarando que la protagonista del cuadro la ‘mujer de rojo’ tenía 36 años y fue pintada en 1618, según una inscripción.
Como sea, el resultado al final del video es impresionante. Sobre todo cuando recordamos que las restauraciones de arte pueden salir terriblemente mal, si no, pregúntenle a Cecilia Giménez como le fue con el “Ecce Homo”.